El pasado 10 de febrero entró en vigencia el acuerdo municipal que prohíbe el “el uso y distribución de utensilios plásticos desechables, bolsas plásticas, pajillas plásticas, platos y vasos de duroport o plásticos desechables” en Antigua Guatemala.
El acuerdo 45-2018 fue publicado en junio del año pasado, en el Diario Oficial. Los antigüeños tuvieron 180 días de gracia para deshacerse de todo el plástico.
A pocos días de la entrada en vigor, comerciantes del mercado de Antigua mostraron su descontento con la ley y se negaron a cumplirla.
“La Municipalidad, nunca se acercó con nosotros para discutir la ley. Tampoco nos han dado opciones para sustituir esos objetos que nosotros usamos a diario”, comentó Myrna, vendedora de comida.
El acuerdo sanciona a quien haga uso de los productos anteriormente mencionados, pero también a personas jurídicas y comercios.
Artículo 2. Toda persona individual que haga uso de estos productos antes descritos será sancionada con una multa de Q300.
Artículo 3. Toda persona jurídica o comerciante que haga uso de estos productos antes mencionados será sancionada con una multa de Q3 mil.
Artículo 4. Las empresas que comercialicen o distribuyan utensilios plásticos, bolsas plásticas, pajillas plásticas, platos y vasos de duroport o plásticos, dentro del municipio de Antigua Guatemala, se les sancionará con una multa de siete mil quinientos quetzales (Q7 mil 500).
Artículo 5. Para los casos de la reincidencia en el incumplimiento de la norma, las personas individuales, comerciales o jurídicas, se les sancionará con el doble del valor de la multa.
En febrero de este año, alrededor de 200 comerciantes recibieron una charla por parte de fabricantes de bolsas plásticas sobre el daño que causan al medioambiente.
“Sabemos de las consecuencias, pero creemos que el mayor daño no lo causa una bolsa, sino el tratamiento que se le da y mal manejo de desechos. La Municipalidad no se enfocó en eso”, continuó Myrna.
Cinco meses después, los comerciantes y arrendatarios del mercado continúan oponiéndose a la medida por las mismas razones: no los tomaron en cuenta y no les dieron alternativas.
Representantes del gremio sostuvieron una mesa técnica convocada por la alcaldesa Susana Asencio. Para la organización Comerciantes, Distribuidores y Consumidores (Codico) del Mercado Municipal, la medida “afecta la economía de muchos sectores”.
Codico reiteró su apoyo al cuidado del medioambiente; sin embargo, espera una solución por parte del Concejo. La organización propone el uso de la bolsa plástica tradicional, pero también un mejoramiento de las políticas municipales de reciclaje.
Mientras tanto, algunos comercios ya han encontrado alternativas por sí solos. Algunas panaderías piden al consumidor que lleve su propia panera para llevarse el producto. Usuarios del mercado también llevan sus propias bolsas de tela.
En ventas de barrio, donde se venden atoles, tostadas y demás platillos en platos y vasos de duroport, las vendedoras ya han comenzado a utilizar vajillas de porcelana.
“Esto, a la larga, también es dañino y poco higiénico, ya que tenemos que lavar los platos a cada rato y lo hacemos en la misma cubeta”, resaltó Myrna.
En varios establecimientos también se han comenzado a utilizar bolsas de papel craft y cajas de cartón para transportar objetos más pesados. “Nos ha costado, pero hay que hacerle ganas”, agregó.
Comerciantes afirman que, a pesar de que la Municipalidad se comprometió a realizar campañas de concientización, aún hay muchas personas que no saben sobre el tema y solo obedecen por miedo a una multa.
Otros casos
En 2016, San Pedro La Laguna, Sololá, se convirtió en el primer municipio en prohibir el plástico mediante un acuerdo municipal. Los habitantes han encontrado formas creativas de vender sus productos; por ejemplo, servir la comida en hojas de plátano o bolsas de algodón para las compras.
El 22 de junio de 2018, los habitantes de Villa Canales asumieron el reto de eliminar el plástico y duroport de sus actividades diarias mediante un acuerdo municipal.
Te puede interesar: Villa Canales dice no al plástico, pero ¿cómo se adapta la población al cambio?
El alcalde Julio Marroquín expresó en ese momento que “el 90 por ciento de la población está de acuerdo y ha felicitado a la comuna por esta iniciativa”.
Al igual que en Antigua, el acuerdo iba acompañado de una campaña de concientización sobre el cuidado del medioambiente y el agua. Marroquín también se reunió con representantes de la gremial de fabricantes de plástico.
“Promovemos alternativas, como un vaso de cartón que fácilmente puede sustituir al de duroport. En seis semanas está desintegrado y es reciclable”, agregó en su momento Marroquín.
Al entrar en vigencia el acuerdo, vendedores y comerciantes lo veían como algo positivo, pero existía incertidumbre sobre cómo iban a distribuir alimentos o compras en el mercado.
“Está bien la medida, pero nos preguntamos qué opciones nos van a dar. Nos afectará porque todos los líquidos se sirven en vasos de duroport”, mencionó Yesenia, vendedora de comida y atoles.
En dicho municipio, las multas van de entre Q500 a Q5 mil para quienes violen las prohibiciones.
En ese mismo año, San Miguel Petapa se unió al movimiento que pretende reducir los desechos plásticos en ríos y lagos del país.
Fotos: Elena Gaytán, Municipalidad de Antigua Guatemala, SéResponsable.