En 2016, Erich Mijall Tuch Reyna, de 31 años, se enteró que sería papá de una niña, producto de una relación extramarital. No lo podía creer.
Erich no quería que su esposa se enterara de la infidelidad y mucho menos, de que iba a tener una hija con otra mujer. Trató de convencerla de que abortara, pero ella se negó.
Con el objetivo de ocultar su pecado, Erich ideó un plan para hacer que la mujer abortara involuntariamente al bebé. Cuando ella tenía ocho semanas de embarazo, las investigaciones revelaron que él llegó a su casa en la zona 9 de Quetzaltenango. Le dijo que necesitaba suplementos y vitaminas para el embarazo, así que le dio una bebida con una sustancia, supuestamente, para ayudarle. Tuch salió de inmediato del lugar.
Pero, la mujer comenzó a sentirse muy mal y se desmayó. Fue trasladada de inmediato al Hospital Regional de Occidente (HRO), en donde se comprobó que había ingerido una sustancia abortiva.
Después de intervenciones, tres días en coma y un tiempo en el intensivo, la mujer y su bebé sobrevivieron. La pequeña nació en septiembre de ese mismo año.
Una prueba de sangre comprobó de inmediato que Erich era el padre de la recién nacida y fue enviado a juicio por su crimen al Juzgado de Femicidio de Quetzaltenango.
Durante todo el proceso, Tuch siempre defendió su inocencia y aseguró que la bebida la había conseguido en una farmacia.
En el informe presentado por el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), se estableció que la mujer había ingerido benzodiacepinas y barbitúricos, los cuales pueden causar la muerte.
El hecho de que Tuch supiera del embarazo empeoró su situación, ya que demostró lo que se conoce legalmente como “alevosía y premeditación”, es decir que no fue un accidente. Además, las investigaciones comprobaron que ambos mantenían una relación sentimental.
Casi tres años después, por unanimidad, el tribunal resolvió que Erich fue responsable del hecho este miércoles 8 de mayo.
Fue condenado a 18 años de prisión por el delito de femicidio en grado de tentativa y 4 años por el delito de aborto sin consentimiento en grado de tentativa también.
Sin embargo, el condenado goza de medidas sustitutivas, es por ello que continuará en libertad hasta que el fallo quede firme.
El artículo seis de la Ley contra el Femicidio y otras formas de violencia contra la mujer detalla los casos en los que se puede cometer este delito.
Artículo 6. Femicidio. Comete el delito de femicidio quien, en el marco de las relaciones desiguales de poder entre hombres y mujeres, diere muerte a una mujer, por su condición de mujer, valiéndose de cualquiera de las siguientes circunstancias:
a. Haber pretendido infructuosamente establecer o restablecer una relación de pareja o de intimidad con la víctima.
b. Mantener en la época en que se perpetre el hecho, o haber mantenido con la víctima relaciones familiares, conyugales, de convivencia, de intimidad o noviazgo, amistad, compañerismo o relación laboral.
c. Como resultado de la reiterada manifestación de violencia en contra de la víctima.
d. Como resultado de ritos grupales usando o no armas de cualquier tipo.
e. En menosprecio del cuerpo de la víctima para satisfacción de instintos sexuales, o cometiendo actos de mutilación genital o cualquier otro tipo de mutilación.
f. Por misoginia.
g. Cuando el hecho se cometa en presencia de las hijas o hijos de la víctima.
h. Concurriendo cualquiera de las circunstancias de calificación contempladas en el artículo 132 del Código Penal.
La persona responsable de este delito será sancionada con pena de prisión de veinticinco a cincuenta años, y no podrá concedérsele la reducción de la pena por ningún motivo. Las personas procesadas por la comisión de este delito no podrán gozar de ninguna medida sustitutiva.
Conoce la Ley contra el Femicidio aquí.
El aborto en el país
El Observatorio de Salud Reproductiva reporta que en nuestro país ocurren más 65 mil abortos inducidos anualmente.
Sin embargo, debido a que la mayoría de abortos voluntarios ocurren en la clandestinidad, organizaciones como la Asociación Familia, Desarrollo, Población (FADEP) defienden que es imposible brindar cifras exactas sobre el tema.
En Guatemala, la vida se reconoce constitucionalmente dentro de la legislación desde el momento de la concepción, por lo que el aborto voluntario continúa siendo un delito.
Uno de los fármacos abortivos más comunes y utilizados por los médicos, en países donde está permitido abortar, es el Misoprostol.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) describe esta píldora como un “medicamento para tratar úlceras gástricas”. Dependiendo de la dosis, ocasiona una hiperestimulación del útero, lo que causa fuertes contracciones uterinas que terminan en una interrupción del embarazo.
Otro tipo de medicamentos utilizados para otros padecimientos, insecticidas y venenos también se utilizan para causar un aborto.
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Fotos: Stereo100, Facebook.