Para Mi Gente Informa, Giovanni Aldana desde Ciudad de Guatemala
En un momento en el que la competitividad y el cumplimiento de buenas prácticas empresariales son la norma y requisito alrededor del mundo, Guatemala es uno de los pocos países que sigue sin aprobar una ley o política de competencia, que permita condiciones igualitarias para las empresas y beneficios para los consumidores.
Desde 1995 se ha intentado implementar una normativa sobre este tema pero siempre termina engavetada en el Congreso de la República. La iniciativa más cercana para ser aprobada fue la 5074, recibida en el Legislativo en 2016. Esta llegó a segunda lectura y devuelta a la Comisión de Trabajo para esperar un dictamen favorable pero ya no avanzó. De eso hace cinco años.
Esto pese que a que el Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y Centroamérica (ADA-UECA) estableció 2016 como plazo para aprobar la ley en nuestro país, y de esta manera poder fortalecer la alianza comercial en ambas regiones. La falta de la ley ha impedido también que Guatemala pueda ser miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD).
El propósito principal de la ley es la promoción y defensa de la libre competencia para el fortalecimiento de la economía y el bienestar del consumidor. Prohíbe expresamente las prácticas absolutas (monopolios y oligopolios) pues estas provocan distorsión en el mercado, especialmente en el precio de los productos.
La Cámara Guatemalteca de Alimentos y Bebidas (CGAB) por medio de su presidente, ingeniero Jorge Solís García, solicitó al Congreso de la República, reactivar el proceso de aprobación de la ley lo más pronto posible, no solo para honrar los compromisos adquiridos en los acuerdos comerciales suscritos, sino para permitir que emprendedores, pequeñas y medianas empresas puedan competir en igualdad de condiciones en el mercado.
“Con esta ley se podrán eliminar monopolios y oligopolios que controlan el precio de materias primas y productos finales. Al estimular la libre competencia de pequeñas y medianas empresas se consiguen precios más bajos, sobre todo de productos populares, beneficiando a los consumidores”, indicó el ingeniero Solís.
Desinterés por aprobación
La iniciativa 5074 Ley de Competencias se encuentra en un limbo. El Congreso de la República no ha visto como prioritario colocarlo en la agenda legislativa. Según el presidente de la CGAB, podría deberse a intereses y presiones de agentes económicos que no desean perder el control del mercado.
“La aprobación nos interesa a todos. Pero veo que sectores como las telecomunicaciones, harinas, gasolina, inmobiliarias, azúcar, entre otros, ejercen presión y han trabajado duro para oponerse”, dijo el ingeniero Solís.
A criterio de la CGAB, una vez aprobada la normativa, habrá mejoras en los niveles de la cadena de producción, mercado, competencia y eficiencia, pero principalmente, evitará que los monopolios dominen y controlen los precios evitando cambios sin justificación.
Sin embargo, esto está cuesta arriba pues el mismo Ministerio de Economía (MINECO) analiza presentar una nueva propuesta de ley con diferencias concretas a la que ya está en el Congreso. Por ejemplo, la iniciativa 5074 contempla la creación de una Superintendencia, o sea un ente rector que controle los abusos de la posición de dominios. La propuesta de Mineco no la incluiría.
“Esto va en contra de la intención de tener una Ley de Competencia funcional”, explicó el ejecutivo. “Se hace necesario que exista una Superintendencia o autoridad que controle o vele por la libre competencia. De lo contrario, las empresas guatemaltecas seguirán a merced de agentes económicos que practican acciones absolutistas en el mercado”, concluyó el ingeniero Solís.
La CGAB ve con muchísimo entusiasmo y optimismo que la Ley de Competencia “cobre vida“, pues gobiernos de turno han manifestado poco o nulo interés por la aprobación de la Ley de Competencia que vendrá a beneficiar al consumidor.