Por: Andrea Moll
Lo que se llamó un supuesto “hito” para la historia de Guatemala, una carretera de 15.32 kilómetros de longitud, que iba a reducir el tiempo de circulación por Chimaltenango a aproximadamente una hora y media menos, fue un fiasco. La obra se anuncio como “un mega proyecto” por el presidente Jimmy Morales. Y esta sería de beneficio para los ciudadanos y su traslado diario, así como también para la mejora del traslado comercial y turístico en el país.
Este proyecto tuvo un costo de $68.3 (Q500 millones) y fue inaugurado en 2019 por el presidente Morales. La mal llamada megaobra que a dos años de su inauguración ha dejado ver la corrupción y falta de voluntad de las autoridades por hacer las cosas bien. Se dice constantemente que los derrumbes que afectan el proyecto se dan de manera natural, por la estructura y forma del lugar, y que básicamente son inevitables. Sin embargo, proyectos como esos se caracterizan por prevenir y evitar desastres.
Corrupción y capturas
El bajo nivel de calidad de la estructura no es lo único que denota la corrupción en el país reflejado en estas áreas, sino también la cantidad de personas que estuvieron involucradas en el proyecto a las cuales se les impuso orden de captura. Los encargados de la obra, Renova Ingenieros S.A., engañaron al pueblo haciendo creer que estaban capacitados y poseían la tecnología y maquinaria adecuada y necesaria para un proyecto como este. Su estrategia fue simular la compra y venta (en sociedad con CONASA) de maquinaria, emitiendo facturas para aparentar.
Existe un número considerable de personas involucradas en los actos corruptos alrededor del Libramiento de Chimaltenango, comenzando con José Luis Benito Ruíz, quien fue ministro de CIV (Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda) por el cual se realizaron 6 allanamientos en inmuebles de su propiedad y de familiares. Además de Benito, se emitieron 8 órdenes de captura más para: Mario Alberto Rojas Alvarado, Mayra Alejandra Gordillo Mendoza, José Mario Muñoz Estrada, Álvaro Castillo Váldez, Yorik Alexander Campos Morales. Y como bien dijo el presidente Morales, “le duela a quien le duela”, la obra es un fracaso total.
Afectados
En esta área se han registrado ya varios derrumbes entre el 2020 y 2021, derrumbes por los se ha llegado a cerrar la carretera. Además de esto, incluso ha habido manifestaciones pues en consecuencia del trabajo mal hecho hubo constantes inundaciones en el sector. Los ciudadanos se encuentran molestos y cansados por los inconvenientes que el proyecto ha ocasionado. No solamente son inundaciones en la carretera o en el área, sino que también en los terrenos de quienes viven en el sector. No dejando de lado que se genera más tráfico (irónico, pues el propósito era evitarlo), muchas personas han perdido sus cosechas, las cuales han sido difíciles de mantener, hogares enteros se han visto afectado y además, se ha visto señalados a los ciudadanos de ser ellos quienes empeoran la situación del proyecto.
Este 26 de noviembre, como consecuencia del invierno y las lluvias, se registró otro derrumbe en esta área, poniéndose en riesgo a todo aquel que deba movilizarse por el sector, pues el invierno continúa y la situación no mejora.
El Libramiento de Chimaltenango prometía una mejora para el país en general, era algo “fantástico”. Pero a dos años de su inauguración ha aumentado el costo de inversión, puesto en peligro mortal a los ciudadanos, ha generado el descontento y la perdida para residentes del sector y ha demostrado la falta de competencia para la supervisión y ejecución de este tipo de proyectos.
Ciudadanos exigen pronto arreglo en el Libramiento de Chimaltenango y una mejora para la ejecución y planeación de proyectos similares en Guatemala para el futuro. Proyectos fallidos como estos no afectan solamente la economía del país, sino que atenta contra la seguridad de los ciudadanos y sus hogares. Este fin de año se le recomienda suma precaución a los viajeros y trabajadores que deban movilizarse por este sector y que busquen otras alternativas, pues el invierno y los proyectos mal hechos no perdonan.