En los últimos días, Guatemala ha estado en medio de una crisis política. El desgaste de los políticos ante la comunidad internacional y la opinión pública también llega a perjudicar a la población y pregunto ¿qué hay de las personas que han estado abandonadas desde siempre?
Estas son tres historias que las une un solo sueño: tener una vida mejor.
Denis, de 3 años, tiene hemofilia y no puede salir a jugar porque no tiene acceso a medicina, mucho menos al tratamiento que solo se encuentra en la ciudad capital. Por esa razón, evita los juegos. Cuando se encuentra en la escuela se tiene que quedar con las maestras porque no puede golpearse.
Su mamá no tiene los recursos necesarios y su padre es alcohólico, no recibe la manutención de parte de él. Tiene un hermano mayor de 7 años que posee la misma enfermedad y quien trabaja para encontrar un poco de sustento para el hogar. Denis solo quiere salir a jugar en las calles de Tecpán.
“Las personas de escasos recursos, muchas veces no tienen sueños, más bien tienen muchos problemas. Hay niños que no quieren ser bomberos o policías, lo único que desean es estar bien de salud para ser un niño normal”, comenta Brenda Sinay, de 25 años, quien trabaja en distintas organizaciones para ayudar a familias de escasos recursos en el país.
La siguiente familia es originaria de Tecpán, Chimaltenango. Viven en una casa de lámina. Los niños ayudan a la madre con el oficio y a cuidar a su hermanita que aún es bebé; de todas las casas del pueblo la de ellos es la más ordenada y limpia.
“Me sorprendió, porque ser pobre no es sinónimo de ser sucio”, comenta Sinay. Todos trabajan en equipo para mantener limpio, ninguno se queja de no poder asistir a la escuela o de no salir a jugar, al contrario ayudan a la madre como ellos puedan. Uno de los sueños era tener una estufa nueva.
“Esta gente no vive en África, Siria o en una montaña en Nepal, viven a dos horas de la Ciudad Capital. No tienes que irte al otro lado del mundo para darte cuenta que en Guatemala estamos mal y hay gente que de verdad necesita”, afirma Sinay.
La última es una señora de la tercera edad, originaria de Patzún, uno de sus sueños era poder ver bien, pero sus recursos no se lo permitían.
“Los gobiernos no hacen nada, los políticos se preocupan más por tratar de hacer ver que no existe corrupción y protegerse ellos mismos, pero no se dan cuenta que nuestra gente merece ser feliz como ellos”, dice Brenda.
Mientras, la crisis política se incrementa, existen personas que a pesar de las dificultades tratan de brindar una solución a los problemas. No importa si es mucha o poca, la cuestión está en querer hacerlo. Y a los políticos les pregunto ¿dónde está la población para ustedes?