Con la llegada paulatina de las vacunas del COVID-19, el Gobierno de Guatemala ha habilitado diferentes fases para que la población pueda obtener la inoculación. Sin embargo, las autoridades de salud se han olvidado de un sector de la población por meses y que han tenido que enfrentar enfermedades y una pandemia sin protección.
La campaña de vacunación diseñada por el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) se ha dividido en cuatro fases iniciales. La primera contempló a trabajadores de establecimientos que atienden a pacientes de COVID-19, estudiantes de la salud, bomberos, paramédicos, trabajadores de funerarias y personal de asilos.
La fase 2 inició con la vacunación de adultos mayores de 70 años y más, de 60 a 69, de 50 a 19 años y a trabajadores en educación. Según el portal del (MSPAS), también podían obtener una dosis de la vacuna aquellos adultos mayores de 18 o más que tuvieran condiciones como hipertensión arterial, diabetes mellitus, enfermedad pulmonar crónica, enfermedad renal crónica, enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares o enfermedades que causaran una inmunosupresión como el VIH o cáncer. Sin embargo, dependía del centro de salud o punto de vacunación donde las personas adquirían o no la inoculación.
Actualmente, el MSPAS vacuna a trabajadores del sector seguridad nacional como la Policía Nacional Civil o la Policía Municipal de Tránsito, así como miembros de las fuerzas militares y del sistema penitenciario. También obtienen una vacuna aquellos que laboren dentro del sector justicia, Ministerio de Educación, las universidades del país o entidades que presten servicios esenciales como electricidad, agua, recolección de basura y migración.
Sin embargo, debido a la falta de instrucciones a los encargados de los distintos puntos de vacunación en el país, todas estas personas tuvieron oportunidad de acceder a la inmunización sobre ciertos pacientes de enfermedades crónicas. Personas con una enfermedad renal crónica, que debilita también al sistema inmunológico y lo hace mucho más sensible al virus, no han contado con el acceso a una vacuna.
Desde redes sociales, varios pacientes han denunciado que no se les ha dado la vacuna a pesar de estar dentro de la segunda fase de vacunación y tener una condición que pone en peligro su vida frente al virus. La ministra de salud, Amelia Flores, afirmó que han tenido listados a los pacientes registrados con esta enfermedad, sin embargo, no se les ha permitido poder vacunarse aún.
La problemática aumentó cuando el presidente de la República, Alejandro Giammattei, afirmó que se comenzaría a vacunar a universitarios mayores de 18 años y periodistas, todos antes que los listados que fueron realizados originalmente por la Unidad Nacional de Atención al Enfermo Renal Crónico (UNAERC). Mientras, los pacientes debían continuar esperando su turno mientras el resto de la población obtenía la vacuna.
Responde la ministra
Tras meses de espera, la luz en el camino comienza a aparecer para los pacientes con insuficiencia renal crónica y podría existir un fin a la desesperación de no obtener una vacuna. Este 21 de julio, la titular de la cartera de salud afirmó que estos pacientes con enfermedad crónica ya pueden vacunarse.
Según la nueva instrucción de Flores, ahora son parte de la población prioritaria para poder inmunizar y que “se debe vacunarlos. Los pacientes pueden ir y obtendrán la vacuna. Si tienen alguna anomalía, háganlo ver.”