Basta con entrar a un sitio web dedicado al monitoreo del espacio aéreo del mundo como FlightRadar24 para notar la diferencia de actividad de la región centroamericana y la guatemalteca respecto a la reanudación de operaciones del transporte aéreo. Las autoridades de la Dirección General de Aeronáutica Civil esperan la autorización del presidente Alejandro Giammattei para reabrir las fronteras y recibir vuelos comerciales nuevamente.
Sin embargo, la NOTAM ha cambiado la fecha de reanudación de los vuelos en el espacio aéreo guatemalteco por tercera ocasión. NOTAM significa “aviso a navegantes” (Notice To Airman por sus siglas en inglés) y es la explicación por la cual las diferentes aerolíneas que operan en el país han podido ofrecer vuelos a pesar de existir una autorización oficial por parte del Gobierno de Guatemala para poder abrir las fronteras. Se trata de una notificación sobre la navegación que es emitida por las autoridades de la aviación en cada país y que coloca las restricciones que existen para sobrevolar, aterrizar o despegar en un lugar.
En Guatemala, la primera actualización del NOTAM era para el 31 de mayo. Esta fue aplazada en dos ocasiones y en la última se fijó el 15 de agosto para una reapertura. Ahora, la fecha de una posible reanudación de vuelos es para el próximo 1 de septiembre.
El constante cambio de fecha se ha convertido en una piedra en el zapato para aerolíneas al tener que modificar su fecha de reanudación de operaciones, cambio de fechas de viaje gratuito para los viajeros que compraron su boleto al creer en un restablecimiento de operaciones y la obligación de costear los gastos que estos cambios requieren.
Solamente, United Airlines ha podido reanudar operaciones bajo el título de “vuelos humanitarios”, cuyos pasajeros cuentan con permiso especial por parte de los gobiernos estadounidense y guatemalteco, una visa especial como de estudiante o trabajo, o ser ciudadano norteamericano y haber quedado varado en Guatemala con el comienzo de la pandemia. Estos vuelos siguen las rutas hacia Los Ángeles, Washington, Nueva York o Houston.
Francis Argueta, director general de Aeronáutica Civil, ha confirmado en días anteriores que también llegan vuelos a Guatemala por parte de Canadá para recoger a trabajadores del área de agricultura y proveerles de trabajo.
Sin embargo, ante esta mínima cantidad de vuelos y nula operación de vuelos comerciales, Guatemala se ha convertido en uno de los pocos países de la región centroamericana que todavía no ha podido reactivar el transporte aéreo. Además, fue uno de los primeros países que cerró sus fronteras y canceló los vuelos comerciales ante el peligro del COVID-19 y que eventualmente logró llegar al territorio guatemalteco.
La actualidad de la aviación en los países vecinos
La situación que viven otros países en cuanto a una reapertura en las operaciones aéreas es muy diferente a la de Guatemala. En el caso de Costa Rica, ya es posible viajar y es necesario contar con una prueba PCR y un seguro de viajes para salir o ingresar al país. Sin embargo, esta decisión fue criticada por la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, por sus siglas en inglés), debido a que los costos del seguro son altos y solo pueden ser conseguidos por medio de dos proveedores según la revista Forbes, el Instituto Nacional de Seguros y Sagicor.
En el caso de las pruebas PCR, los precios oscilan entre los US$150. En Guatemala, el precio de las pruebas privadas ronda entre los Q2 mil 500 y los Q4 mil y es posible que se convierta en un requerimiento en la reapertura para poder viajar. Su costo se tendría que sumar al precio del boleto aéreo. Argueta afirmó a Relato que se ha discutido con las autoridades del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social que existen posibilidades de que la prueba PCR sea uno de los requisitos para viajar.
En un momento donde las aerolíneas buscan operar con costos bajos para ir a Estados Unidos, el precio de las pruebas de COVID-19 se convierte en una preocupación, porque podría ser más caro que el mismo boleto aéreo.
Panamá trata de repatriar a personas y como un entrenamiento para poder probar la seguridad de sus vuelos y aeropuertos. Mientras, Copa Airlines ya está próxima a volver a empezar y una de sus bases de operaciones es la ciudad de Panamá.
Belice también prepara su reapertura para este 15 de agosto y tendrá la entrada abierta a vuelos internacionales y privados. Los visitantes deberán pasar una revisión y contar con reservación de hotel de manera obligatoria.
Retrasar la reapertura de los aeropuertos podría afectar en el mercado del transporte aéreo en Guatemala. En el tema de economía puede perjudicar debido a que hay aerolíneas que podrían reconsiderar si vale la pena la inversión en el mercado de la ruta a Guatemala. Esto se ocasionaría por las restricciones y los requisitos para realizar este rumbo. Esto se pudo ver en el itinerario que solía tener Delta hacia la capital de Honduras, Tegucigalpa, el cual fue suspendido de manera indefinida por la poca demanda de vuelos causada por las nuevas restricciones del gobierno de ese país respecto a los viajes internacionales.