El popular movimiento #MeToo, que desde octubre de 2017 protagoniza la lucha en contra del acoso y abuso sexual, enfrenta una crisis de credibilidad gracias a una de sus activistas más reconocidas: Asia Argento, quien acusó a Harvey Weinstein de haberla violado en 1997 cuando ella tenía 21 años.
Después de ser la víctima, Argento se ha convertido en la abusadora.
De acuerdo con los reportes, en 2013, Bennett de 17 años y Argento de 37, se encontraron en el Hotel Ritz-Carlton en Marina Del Rey, California. Fue en esta habitación de hotel, en la que ella le proveyó de alcohol, le hizo sexo oral y posteriormente tuvo relaciones sexuales con él. En aquel entonces, la edad de consentimiento en California era a los 18 años.
De acuerdo con la información que circula, Argento habría abusado de Jimmy Bennett, de 22 años, un actor y músico, cuando este tenía 17. De acuerdo con la información publicada por el New York Times, una vez que él se enteró que ella había demandado a Weinstein, la amenazó con acusarla por el delito de abuso sexual. No obstante, los abogados de ambas partes llegaron al acuerdo de que la actriz le pagaría la suma de USD$380 mil.
La reacción de las personas que han creído en el movimiento #MeToo ha variado, ya que, hay quienes creen que el hecho de que Asia Argento cometiera el delito de abuso sexual no implica que esta no sea, también, una víctima. Sin embargo, hay otros aún más críticos que aseguran que no se puede ser juez y parte en un mismo asunto y, que si esta fue abusadora, no debe representar al movimiento, pues podría ser ofensivo y crear confusión entre quienes son víctimas.