El Gobierno de Donald Trump ha dado 18 meses a los salvadoreños, unos 190 mil que cuentan con Estatus de Protección Temporal (TPS), para que abandonen el suelo estadounidense. El anuncio se hizo oficial el lunes y ha estremecido a las comunidades latinas en la nación norteamericana.
Para Guatemala, esta disposición supone el influjo de miles de personas que podrían migrar a nuestro país. Una de las ventajas competitivas que traerán los expulsados es la dualidad del idioma, pues hablan inglés y español.
Empleos como Call Centers y en la industria del turismo, podrían verse inundados de estas personas. “Son trabajos ideales para personas que pueden hablar dos idiomas”, asegura un empresario del sector.
La medida del Gobierno de los Estados Unidos se suma a los esfuerzos por deportar a unos 11 millones de indocumentados, que actualmente residen en la Unión Americana. En los próximos 18 meses, se espera que se cumpla con las deportaciones, para la cual contarán con una fuerza nacional de deportaciones.
Para Carol Girón, de La Casa del Migrante, la medida es demasiado fuerte y los efectos a largo plazo van desde la unidad familiar hasta la salud emocional de los migrantes en Estados Unidos. “Esto lo esperábamos de un gobierno sin escrúpulos como el de Donald Trump y ahora debemos esperar para saber cómo afectará a los guatemaltecos y su TPS”.
Los datos:
- El beneficio del TPS fue activado en 2001.
- Fue activado en respuesta a los terremotos que sacudieron a El Salvador en enero y febrero de ese año.
- Unos 190 mil salvadoreños se han amparado en este estatus migratorio.
- Activistas de derechos humanos aseguran que pedirán al congreso de Estados Unidos que apruebe una ley para legalizar a los más de 300 mil centroamericanos amparados por el TPS.
- La medida afecta la salud emocional de los migrantes.
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