Los síntomas que despierta la cuarentena en tu mente y comportamiento
Las personas con tendencias a la ansiedad muestran una preocupación excesiva o irracional.
Es posible que por el encierro padezcas de pánico y desarrolles ansiedad grave y depresión.
La ansiedad nos prepara para manejar de forma anticipada los peligros. Está muy ligada al miedo.
Las personas que padecen ansiedad desarrollan miedo a las enfermedades como el COVID-19 y los empuja a autoaislarse y exacerba su temor a la muerte.
Las recaídas en los tratamientos por ansiedad, también son un peligro latente. Mantén tu tratamiento medicinal al día.
El encierro puede provocar que los trastornos por ansiedad florezcan.
En Guatemala algunos pacientes debieron adelantar las sesiones o pedir refuerzo de atención por sus niveles de ansiedad y preocupación.
Las plataformas virtuales han contribuido a dar consultas con médicos para evitar, incluso el suicidio por ansiedad.
A medida que pasen los días nuestro equilibrio mental se puede romper, recrudecer una crisis de ansiedad, con llantos y una sensación de falta de aire.
La depresión muchas veces viene después de la ansiedad, que nace de la tensión y el estrés.
El pánico se caracteriza por la ansiedad intensa.
En el caso de la ansiedad, se siente como una angustia permanente en el cuerpo, en el pecho y con taquicardia.
Si conversar no ayuda, es necesario ponerse en contacto con un servicio de salud o al teléfono 53925953, que tiene profesionales.
Para paliar la crisis hay que mantenerse conectado.
Especialistas recomiendan hablar por WhatsApp, hacer videollamadas con familiares y amigos con frecuencia.
También es bueno desahogarse con la pareja, o con quien se pueda.
Cuidar el exceso de información.
Es recomendable estar informados, pero sin pánico.
Evita desanimarte y mantén una actitud positiva frente a esta situación. Mentalízate que es temporal y pasará.
Fuentes: Psiquiatrías IGSS y Neuróticos Anónimos.