Seis dedos en su mano ayudaron a encontrar a su madre
Ella lo perdió desde que tenía tres meses de edad. La engañaron y le dijeron que él estaría mejor y lo podría visitar. Estaba sola, sin un centavo para darle de comer y dijo sí.
Victoriana jamás volvió a saber de su hijo. Días, meses y años pasaron y ella lo guardó dentro de su corazón. Le daba vergüenza decir lo que había pasado con su pequeño.
Carlos, nunca estuvo aquí en Guatemala. Desde el momento que una red de adopciones ilegales se lo quitó de las manos a Victoriana, se lo llevaron con documentos falsos a Alemania.
Allí lo vendieron a una familia y se olvidaron de él. El chico conforme fue creciendo, inexplicablemente creaba un vínculo estrecho con Guatemala, incluso en la escuela pidió aprender como segundo idioma el español.
Coleccionaba güipiles, compraba artesanía y le interesaba todo lo que tenía que ver con este país.
A su mayoría de edad, sus papás adoptivos le entregaron sus papeles y le revelaron sus orígenes, fue así como Carlos se enteró que era guatemalteco, que había sido dado en adopción, por lo que decidió buscar a su mamá biológica.
Una sola característica tenía Carlos y era que al igual que su mamá tenía seis dedos (se operó la mano) y su hijo también nació así.
Esa señal física ayudó a encontrar a Victoriana más rápido.
Se estableció la primera comunicación telefónica, hablaron 90 minutos y lloraron. Después se intercambiaron fotos y mensajes en redes sociales, esto por diez meses.
Victoriana y su familia prepararon la recepción de Carlos, que viajó con sus dos hijos y su esposa a conocer sus raíces.
Hubo marimba, el reencuentro fue diferente de otros, porque fue público.
Chiantla fue el lugar donde ocurrió y llegó toda su familia a conocerlo.
Fuente: Liga Guatemalteca de Higiene Mental con su programa Todos por el Reencuentro, que funciona desde hace 19 años.
Si usted tiene un caso de un niño desaparecido durante el conflicto armado interno llame al 22326269.