Que la paz de Dios esté con ustedes, mi nombre es Ayman, soy musulmán guatemalteco. Agradezco este espacio a Relato.gt, para poder llevarles nuestro sentir luego de la decisión del Gobierno de Guatemala, en torno a establecer nuestra embajada en la ciudad Santa de Jerusalén.
Yo vivo en Medio Oriente, veo y siento más de cerca el sufrimiento del pueblo palestino, creo que ya es suficiente todo lo que tienen que vivir, para agregar más dolor. Luego del anuncio del Presidente Jimmy Morales, la comunidad musulmana en Guatemala, por supuesto está muy molesta, ya que la decisión tomada, sin duda afecta a los palestinos en las conversaciones de paz, que se supone algún día podrían dar frutos. Además, es visto incluso por la Comunidad Internacional como una provocación que puede causar pérdidas humanas innecesarias.
Creo que lo que pasó es muy simple, fue un acto político sin sentido, en el cual absolutamente todo el pueblo de Guatemala quedó excluido, no solo los musulmanes chapines. El Presidente no escuchó ni pidió consejo a nadie para tomar una decisión tan importante. Tal vez pensó que no se iba a afectar a alguien y fue todo lo contrario.
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Por ejemplo, yo como chapín siento un gran pesar, por todos esos pequeños productores de cardamomo que según leí en las noticias son alrededor de 45 mil familias. Ellos también tienen necesidades y deben ser tomados en cuenta. No obstante, la Canciller los hizo de menos y aseveró que no hacen ni el 1 por ciento del PIB. Qué declaraciones más lamentables. Solo Dios el glorioso y misericordioso puede ayudarlos en este momento tan difícil.
Yo me pregunto ¿por qué esta pobre gente tiene que pagar los elotes que se comieron otros? Yo no puedo hablar en nombre de toda la comunidad musulmana, pero estoy seguro que las respuestas serían muy duras en contra de esta decisión del Gobierno y también considero que muchos por seguridad propia prefieren callar.
Yo en lo personal acepto lo que hacen los árabes por solidaridad a los palestinos. Y al mismo tiempo no acepto que mi pueblo sufra por culpa de estas decisiones políticas. Es como estar entre la espada y la pared. A diario le pido al glorioso y misericordioso que todo esto termine de una manera favorable para todos.
La verdad creo que este problema puede solucionarse, solo se trata de que el señor Presidente entre en razón y piense un poco más en su pueblo, con el que creo que debería estar más comprometido, que con los intereses de otros países como Estados Unidos y el propio Israel.
Debería sentarse a pensar y retirar la orden del traslado de nuestra embajada a Jerusalén. Otra manera sería que el pueblo de Guatemala lo decidiera, podría ser algo así como un referéndum, no sé si se aplica en estos casos. Es posiblemente una loca idea, pero estoy casi seguro que el pueblo votaría por lo que más le conviene a los guatemaltecos.
