Para Mi Gente Informa, Marco Tulio Trejo.
Muchos de los nombres que suenan para las próximas elecciones de 2023, son hijos de viejos políticos, otros se han convertido en los dirigentes principales de las agrupaciones y se han formado en el mundo de la política en sus casas.
La hija del general
Uno de estos casos es el de Zury Maité Ríos Sosa (Partido Valor), hija del general Efraín Ríos Montt, quién las anteriores elecciones le negaron sus inscripción para que participara como candidata presidencial en la contienda general, pero que ahora va amparada con una resolución de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que dice que no se puede violar el derecho humano de elegir y ser electa.
Zury Ríos ha sido una figura política desde tiempos del Frente Republicano Guatemalteco (FRG) llegó al poder durante la gestión de Alfonso Portillo. Desde esos años Ríos ha tratado que se le permita participar como candidata a la presidencia de Guatemala, pero la Corte de Constitucionalidad (CC) ha resuelto que se lo impide el artículo 186 de la Constitución porque ella está entre los parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad de un jefe de Estado.
Hoy Ríos espera que por medio de un acuerdo amistoso con el gobierno y el espaldarazo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), le valgan para que pueda inscribirse como candidata en las próximas elecciones y se dice que para ese trabajo Roberto Molina Barreto fue nombrado como magistrado en la CC.
Los Juniors de Arzú
Roberto y Álvaro Jr., Arzú son hijos del expresidente Álvaro Arzú Irigoyen de madres diferentes pero ambos crecieron en la política y eso generó interés para adentrarse en la lucha por un cargo público. Álvaro Jr. (Unionista), el más pequeño de ambos ya fue Presidente del Congreso de la República en donde se le recuerda por su poca tolerancia y sus reacciones revulsivas, incluso en redes sociales hay memes que lo satirizan por su trabajo parlamentario y sus dimes y diretes con el diputado Aldo Dávila, entre otros. El junior como se le conoce intenta participar en una alianza con el Partido Valor, donde buscaba la Vicepresidencia de la República, pero la fallida alianza duró muy poco porque, según dicen allegados políticos, los egos de ambos no caben en una misma canasta.
Mientras tanto, el otro de los Arzú, Roberto Arzú García-Granados (Partido Podemos), el mayor de la dupla, se ha caracterizado por sus discursos con dotes politiqueros y ofrecimientos que algunos los califican descabellados, pero que le han dado popularidad entre la ciudadanía, porque toca temas como: “mano dura contra la delincuencia, la pena de muerte, la energía eléctrica gratuita, y la redistribución del gasto público para financiar proyectos sociales”. Roberto durante el gobierno de su padre Álvaro Irigoyen (1996-2000), se le recuerda por su vida desordenada, su poca tolerancia y sus malos negocios, incluso pasó años sin hablarle a su progenitor. Este 2023 será su segundo intento por llegar a la presidencia, el Jr. asegura que ha cambiado y que ahora busca hacer país y cambiar las cosas para bien del pueblo guatemalteco.
Los “patojos” de Baldizón
Jorge Eduardo y Manuel Antonio Baldizón Vargas, hijos de él ex diputado y ex presidenciable Manuel, también entraron al ruedo político, pero se recuerda más a Jorge Eduardo por su paso en la Liga Nacional de Fútbol con el Deportivo Petapa, son los máximos dirigentes del partido Cambio, que impulsa la candidatura del empresario Carlos Pineda, quien aparece como secretario general del partido CAMBIO.
Según se conoce Manuel Antonio Jr., tiene aspiraciones a convertirse en presidente de la República, pero su edad no le favorece y es un impedimento por lo que el próximo año buscará una diputación, mientras que Jorge Eduardo no se tiene la certeza de su rol en el partido Cambio, pero trabaja en la formación de las bases del partido con la experiencia que tuvieron en el cancelado partido Líder.
Los jóvenes Baldizón Vargas, empezaron a tomar notoriedad tras la deportación los Estados Unidos de su padre Manuel Antonio Baldizón Méndez, la semana pasada, donde cumplió una pena de 50 meses en la cárcel de McRae, Georgia, Estados Unidos por supuestos vínculos con el narcotráfico.
Ahora Baldizón Méndez se encuentra encarcelado en los separos de Mariscal Zavala, zona 16, por ser acusado de haber repartido Q18 millones a varios diputados para que aprobaran las obras de la empresa brasileña ODEBRECHT y por el caso del Transurbano, donde se encontraron indicios de corrupción, los cuales tendrá que dilucidar ante la justicia guatemalteca.
La hija de Sandra
La otra familia que no se queda atrás es la De León-Torres, en donde Nadia se convirtió en diputada al Parlamento Centroamericano (PARLACEN), donde funge como Presidente del organismo regional. La hija mayor de Sandra Torres Cassanova (Partido Une), tiene aspiraciones de seguir en la política partidista nacional y aunque ha conseguido varios logros se menciona que ha llegado ocupar cargos por compromisos de la madre y no por sus propios méritos, pero lo cierto es que su carrera ha venido en ascenso.
Aunque De León Torres ha querido desvincularse se la UNE, el partido de Sandra Torres, ha formado otro vehículo partidista al crear, junto a su esposo Rudy Guzman, el partido Nosotros, donde ella y colaboradores trataran de obtener el voto ciudadano en las elecciones generales de julio del próximo año. Guzmán quiere correr como candidato presidencial pero todo mundo habla de que es una jugarreta para tratar de obtener impunidad y tener una segunda opción en dado caso cancelaran la Unidad Nacional de la Esperanza.
La otra hija de Sandra, Lourdes Teresita de León Torres, en la contienda pasada, fue nombrada como diputada suplente en el PARLACEN por la UNE y tiene tachas por su cargo público y los contratos que tiene con el Registro Nacional de las Personas (Renap), para servicios profesionales, los cuales han sido criticados por oponentes políticos porque han sido firmados por supuestos compromisos políticos y no por capacidades.
El clan Rivera
El clan Rivera ha acaparado, desde hace muchas décadas, curules en el Congreso de la República, puestos en ministerios y han ocupado varias alcaldías, entre ellas Escuintla y Mixco. Y lejos de apartarse de la vida política por señalamientos en su contra, gravitan en el partido Victoria.
Han sido diputados por el Congreso de la República y todo empieza con Abraham Rivera Sagastume, quien fue jefe edil en el municipio de Mixco, Guatemala (1996 -2000), además diputado del Congreso de la República, junto a sus hijos Amílcar y Édgar por el Partido Patriota. En 2019 buscaron expandirse a todo el país con la candidatura presidencial de Amílcar Rivera, 8 años alcalde de Mixco, sucesor de su papá.
Rivera Estévez, actual alcalde de Escuintla, ganó su primera elección con el partido Libertad Democrática Renovada (Líder) en el 2015 y es el único que gobierna lejos de su familia, que mantiene poder en Mixco y en el Congreso con el partido Victoria. El poder se delega en el Legislativo, esta vez con los diputados Juan Carlos y Manuel de Jesús, quienes se preparan para buscar su reelección.
Las Monte Bac
Otra de las familias que también buscan impunidad en cargos públicos, es la de la ex diputada Delia Bac, quienes desde hace una década se han tirado al ruedo político y han encontrado el mismo poder e impunidad. Ahora las hijas, Helen Monte Bac y Eva Nicolle Monte Bac lograron inscribir el Partido Verde Guatemalteco.
Delia Bac ha pasado por las filas de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), 2012-2016 y se pasó al partido Libertad Democrática Renovada (LIDER) 2016-2020, al cual renunció. Su hija Eva Nicolle se afilió al partido Alianza Ciudadana que le permitió ser diputada por el Parlamento Centroamericano (PARLACEN).
El Partido Verde Guatemalteco fue conformado a finales del 2020 según el acta 11-20 del Tribunal Supremo Electoral y según el Registro de Ciudadanos hasta el 1 de marzo contaba con 4 mil 486 afiliados. Su Secretaria General es Helen Monte Bac, desconocida en el ámbito político, pero que ha ocupado cargos públicos en el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA).
La familia Monte Bac es recordada por el proceso penal que se sigue en el juzgado de Primera Instancia Penal de Sacatepéquez, donde a una de ellas se le acusa de tráfico de influencias al lograr, cuando era diputada, se construyera una carretera con fondos públicos que llegaba a un SPA de su propiedad. La obra tuvo un costo de Q1.9 millones y el argumento que se utilizó para realizar la calle fue beneficiar a vecinos de la aldea El Paxtal, en Sumpango, pero esta no existe.