La mayoría de familias pasan reunidas las fiestas de fin de año, preparando regalos y el festín para las celebraciones, mientras que para algunos estas fechas implican más trabajo, haciéndoles imposible compartir con sus seres queridos.
Ana Isabel López tiene 30 años y se graduó de Médico y Cirujano. Durante estas fechas, en el hospital donde trabaja se turnan un día festivo para estar de guardia. Hace dos años le tocó el turno del 24 de diciembre y lo que creía que sería una noche tranquila, cambió en un segundo.
“Se siente feo no poder pasar estas fechas con mi familia. Recuerdo que me decían que la noche entre el 24 y 25 de diciembre, mi regalo entraría por Urgencias; claro, me sorprendí porque no es lo que uno espera”.
Ana López no creía que fuera posible esto, ya que su plan del 25 de diciembre era salir del hospital e irse a casa a comer con su familia. “Pasé algo fuerte la Navidad del 2015: por tradición se armó una cena en la sala de operaciones del hospital y a medianoche nos abrazamos. De repente comenzamos a escuchar las sirenas de una ambulancia y en la puerta de Urgencias entraron dos personas baleadas. A mí me tocó atender a un joven de 18 años, a quien le pude salvar la vida. Desde ese momento reflexioné que a pesar de que no puedo estar con mi familia en estas fechas, sé que puedo ayudar a salvar vidas”, indicó.
Érick Carías lleva 12 años de pertenecer a los Bomberos Voluntarios y en la estación de carretera a El Salvador, donde se encuentra actualmente, para estas fechas se dividen en dos escuadras: A y B. En la primera entra el turno del 24 hasta el 26 de diciembre; y en la segunda, del 31 de diciembre al 2 de enero.
En el transcurso del 24 de diciembre atienden un estimado de 7 a 10 incidentes, siendo para ellos un día tranquilo. La Central les envía a todas las estaciones un pavo para que puedan compartir la Nochebuena con el equipo; pero en el 2009, en esta misma fecha, Carías presenció una escena que nunca olvidará.
“Estábamos en la estación, a minutos de ser las 12 de la noche, cuando nos entró una llamada de emergencia porque habían baleado a unas personas. Al llegar al lugar nos dimos cuenta de que las víctimas eran los miembros de una familia completa, quienes se habían reunido para cenar. En el lugar hubo nueve heridos y cuatro fallecidos, entre ellos dos niños. Fue algo muy triste, aunque no cambiaría mi trabajo porque es una oportunidad para ayudar a otros”.
Estas dos historias son el ejemplo de muchas personas que durante estas fechas trabajan para servir a los guatemaltecos. Desde médicos, bomberos, agentes de la PNC, entre otros, a pesar de no estar con sus familias se sienten felices de ayudar y cuidar al ciudadano. Si en estas fechas observas a un servidor público, regálale una sonrisa, ya que mientras uno se encuentra en casa, ellos están salvando la vida de alguien más.