Estos son los empleados públicos mejor pagados, exceptuando al presidente, que los guatemaltecos cubrimos con nuestros impuestos y que se llevan una buena tajada en sus cobros mensuales. Cuatro funcionarios que cobran caro y otro que cobra por hacer mal las cosas.
Javier Gramajo, alcalde de la Villa Nueva
Javier Gramajo, electo por el partido Fuerza para la alcaldía de Villa Nueva, reemplazó a una de las administraciones más oscuras y corruptas de dicha comuna. Atrás quedaron los tiempos de Edwin Escobar, quien con fondos municipales pagaba fiestas, trajes de bombero y sobre pagaba pastelitos para celebrar el día de las madres.
Gramajo, llegó con todo al despacho municipal. Y sobre todo con ganas de dinero. En 2019, el sueldo de Gramajo alcanzó los Q109 mil 550 por un mes de trabajo. Con un salario ordinario de Q30 mil, más un bono de Q3 mil y las dietas del señor alcalde. En noviembre de 2019, Gramajo se llevó a los bolsillos Q76 mil tan solo en dietas, con lo que casi triplicó su salario como funcionario público.
Alberto Pimentel, Ministro de Energía y Minas
Una cita al Congreso de la República reveló el secreto que Alberto Pimentel, Ministro de Energía y Minas, guardaba celosamente. Su salario casi igualaba al del “Señor Presidente”, y como no, si Pimentel pertenece al exclusivo grupo de amigos cercanos de Alejandro Giammattei. Al frente de una cartera, que en los últimos meses ha dejado ver las operaciones de la narco minería en Guatemala, el puesto de Pimentel es clave para proteger intereses oscuros.
Con un salario nominal que supera los Q41 mil, que se complementa con dietas por Q72 mil, los Q113 mil de Pimentel superan a los de cualquier ministro. Pimentel y sus ingresos reportables casi alcanzan a los Q148 mil 838 que gana Alejandro Giammattei.
Allan Rodríguez, presidente del Congreso de la República
El defenestrado y mal operador político de Alejandro Giammattei, Allan Rodríguez, se perderá de buenos ingresos cuando deje la presidencia del Congreso. A los Q9 mil 550 que tiene como sueldo, se le suman los Q5 mil en gastos de representación, Q9 mil 600 de dietas por las reuniones plenarias, Q20 mil en gastos de representación de junta directiva que suman Q44 mil 150. Pero los ingresos no se quedan allí. Además, recibe Q4 mil por concepto de dietas de reuniones de juntas de jefes de bloque y Q6 mil por dietas de la junta directiva del Congreso.
En total, y a la vista pública, Rodríguez recibe Q54 mil 150 por presidir el Congreso y atender reuniones que conforman el perfil de obligaciones de su puesto. Al finalizar esta legislatura, Rodríguez volverá al llano de los diputados que viven con los ingresos contados y probablemente buscará colocarse en alguna comisión que le reditúe bastante o se reúna seguido.
Álvaro González Ricci, Ministro de Finanzas
Del gabinete del presidente, el segundo mejor pagado de sus ministros es por mucho el de Finanzas, Álvaro González Ricci. Con salario de Q53 mil 489, los jugosos ingresos del señor ministro se complementa muy bien con las dietas que recibe por atender reuniones en otras instituciones. Así, por ejemplo, la directiva de la SAT, la Junta Monetaria (JM) y el Crédito Hipotecario Nacional (CHN) le pagan por asistir a sus reuniones.
González Ricci complementa su considerable salario y lo duplica con sus asistencias a las reuniones de directivas de las entidades anteriormente citadas. Mensualmente recibe, según el MINFIN, Q110 mil 402. De esta suma, Q56 mil 913 los recibe solo por asistir a las reuniones de la JM, SAT y CHN.
Felipe Amado Aguilar Marroquín, Ministro de Cultura y Deportes
Aunque no es uno de los mejor pagados, Felipe Aguilar y su ineficiencia, le salen caros al pueblo de Guatemala, y es por eso que se le ha incluido en esta lista. Como delegado de Prioridades Presidenciales (en el desaparecido Centro de Gobierno), Felipe Amado Aguilar Marroquín, actual ministro de Cultura y Deportes, devengaba un salario nominal de Q20 mil 625 mensuales. De allí salió directo al Ministerio de Cultura y Deportes (MICUDE), donde su gestión ha sido marcada por la corrupción y pésimas decisiones.
De millonarias compras de arte, que luego tuvo que cancelar. Luego expuso al presidente al ridículo nacional frente a los 48 cantones de Totonicapán durante la entrega de la silla de Atanasio Tzul, para luego planificar actividades del bicentenario que; o fueron canceladas por onerosas o simplemente las comunidades las rechazaron. Incluso un viaje a Nueva York con una comitiva espectacular para entregar, en calidad de préstamo, tesoros precolombinos propiedad de pueblo de Guatemala. Con todo esto queda claro que los Q20 mil, más dietas que puede cobrar Aguilar Marroquín en reuniones como el Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP) de Q600 por asistencia, le quedan muy grandes para la labor que realiza. Aguilar es un ejemplo de lo que pagar bien por un pésimo servicio, es a lo que estamos acostumbrados los guatemaltecos.