La lucha contra el contrabando, por parte de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), dio como resultado la creación de 12 Puestos de Control Interinstitucional (PCI) en todo el país. Pero más que una lucha contra la evasión fiscal, los “arcos” de inspección han convertido las carreteras del país en verdaderos embotellamientos. Recorridos que antes duraban un par de horas, ahora se han duplicado mientras la SAT continua con el plan de instalar 12 PCI en todo el país.
De acuerdo con el titular de la SAT, Marco Díaz, estos puestos son un complemento en la lucha contra el contrabando que anual mente le quita a las arcas del Estados unos Q2 mil 500 millones en concepto de impuestos.
Pero para los usuarios de la ruta que conduce de la ciudad de Guatemala a Puerto Barrios, la próxima inauguración de otro de estos puestos promete alargar el tiempo de viaje. “Mire el viaje que antes se hacia en tres horas, ahora se hace en cinco y hasta seis horas”, asegura Andrea B., quien circula semanalmente por la ruta.
Para el Observatorio Contra el Contrabando, la medida de los PCI es una acción a medias. “La SAT debería fortalecer la lucha contra el contrabando desde su ingreso al país y apostarle a detectarlo en los 120 pasos que hay en la frontera con México”, asegura Luis Mazariegos de OCC.
“En ausencia de un control efectivo en las fronteras esto es algo, pero la realidad es que los del crimen organizado solo tienen que buscar otros caminos para evadir el pasar por el puesto de control”, Luis Mazariegos OCC.
A las criticas en contra de la medida adoptada por la SAT, se le suma también la Gremial de Transporte Pesado, que asegura que la creación de estos puestos solo ha servido para generar otro foco de extorsión. A decir de Rony Mendoza, presidente de dicha agrupación, de las tres entidades que figuran en estos puestos la PNC y los delegados de SAT solo se dedican a cobrar extorsiones. “Esos dos son los peores, ya saben que allí hacen dinero, mientras que los soldados solo están allí para cuidar”, afirma.
A decir de Mendoza, no es ningún secreto que quienes se dedican al contrabando ya saben como funciona la cosa en estos puestos de control. Es sencillo, asegura, alguien que lleva su camión cargado lo que hace es mandar a un ayudante a pagar la mordida. “Es tan sencillo como que al de la PNC o de la SAT se le dice o aceptas el dinero o te morís, más claro no se puede”, sostiene.
Según Mendoza, anteriormente un viaje a Sanarate, El Progreso, a 37 kilómetros de la capital se hacia en dos horas. Pero ahora con los puestos de control este dura más de tres horas y con suerte. “Entre más puestos de estos abran, más se va a complicar la circulación y se abrirán más puestos de extorsiones”, sostiene. Y es que la medida ha llegado a causar tal nivel de molestia, que la agrupación que preside Mendoza esta por convocar a una manifestación en contra de la medida que ha implementado la SAT.
“Lo que hizo la SAT es una estupidez, pues solo pusieron un puesto de extorsión más. Los soldados solo están para cuidar, pero los de la PNC y la SAT están para hacer dinero”, Rony Mendoza presidente de la Gremial de Transporte Pesado
A decir de Mazariegos la gran ausente es una estrategia nacional para la prevención y el combate al contrabando en las fronteras. “En ausencia de esta, pues los PCI de algo sirven, pero la realidad es que son medidas paliativas, pero no fortalecen las acciones en las áreas donde ingresa el contrabando”, asegura.
Mazariegos va un paso más allá y señala que la presencia del contrabando no se detiene, ni con los PCI. Basta ver, asegura en las redes sociales cuanto vendedor de productos mexicanos se anuncian y hacen negocios con total impunidad, sin pagar los impuestos que exige la ley. Habrá que esperar a que la docena de puestos de control, que implementará la SAT estén funcionando para tomar decisiones. Salir más temprano para disponer de más tiempo y esperar en las colas o aplaudir una fallida lucha contra el contrabando.