Los pies cansados y sus manos arrugadas son signos de los años que llevan recorriendo las calles del Centro Histórico, de la Ciudad de Guatemala, para ofrecerles ese toque dulce a las familias guatemaltecas con sus helados.
Los Abuelitos Heladeros como fueron nombrados con cariño, son adultos mayores que han dedicado su vida a la venta de helados. Hoy, la pandemia del COVID-19 los ha dejado aislados, ya que por sus edades entran en el grupo de mayor riesgo a enfermarse del virus.
El proyecto inició el Domingo de Ramos, cuando María Isabel Grajeda conoció a don Julio, un heladero que por su edad arrastraba su carrito de helados. Lo ayudó, pero le quedó en su corazón ese deseo de poder hacer más por él. La historia de los heladeros se viralizó en las redes sociales, en donde se compartieron fotografías de las condiciones en las que se encontraban estas personas. Sin saberlo, empezaría una noble iniciativa.
“Jamás imaginé que llegara a ser un caso tan viral y lo agradezco porque se ha logrado que ellos tengan ahora mejores condiciones en donde trabajan y hasta en sus hogares, con la entrega de víveres, catres, camas, ecofiltros, ropa, protección contra COVID, etc”, expresó Grajeda.
A pesar de que salen por horas a las calles no siempre pueden vender, así que por medio de Los Abuelitos Heladeros, se busca que las personas puedan apoyarlos con víveres o donaciones de cualquier tipo.
“Son personas agradecidas y yo simplemente fui el medio o instrumento para que todos los corazones solidarios pudieran llegar a ellos”, contó Grajeda.
María Isabel junto a Sé Feliz Guatemala han sido los ángeles que han gestionado y logrado donaciones. También para que cuenten con mascarillas, alcohol gel y sus implementos para poder salir a las calles a vender, entre otros fondos para ayudarlos. Las personas se han sumado y poco a poco han ido arreglando el hogar de Los Abuelitos Heladeros. Aunque todavía falta mucho por hacer.
“Queremos también mejorar las condiciones del lugar del trabajo, ya que pueden ser peligrosas por el cableado y la madera vieja, por lo que hemos invertido en lo que es urgente para evitar el peligro para ellos”, indicó Grajeda.
Si quieres sumarte a esta noble causa puedes seguir su página de Facebook Abuelitos Heladeros para conocer más sobre la iniciativa y cómo apoyarlos. También puedes ir directamente al depósito de helado ubicado en la 11 Av. “A” 1-30, zona 1, en un callejón al lado del Cerrito del Carmen a dejar tu donativo o comprarles helados; o realizar donaciones a la cuenta monetaria del BI número 1850020080.
“La ayuda ha seguido llegando y este mes pudimos ayudarlos para que no tengan necesidad de salir a vender helados ni a contraer el COVID-19 y poder cuidarlos integralmente”, expresó Grajeda.