A Brenda le arrancaron la vida de un tiro y a sus gemelas de 5 años a su mamá
El 22 de enero el teléfono de Brenda dejó de recibir llamadas. Tiraba a buzón después de repicar.
La preocupación llegó pronto a Ana, su hermana, a pesar que solo había transcurrido tres horas o cuatro de haber salido de su casa.
Pero, a Ana le extrañó, porque la relación entre ellas era cercana y siempre mantenían contacto a cualquier hora y a donde fueran se contestaban las llamadas.
Además, porque Brenda tenía gemelas de 5 años que se quedaban en casa con su hermana y su mamá estaba al pendiente de ellas.
El último recuerdo que Brenda dejó en la mente de su hermana fue que esa mañana preparó panqueques. Todavía la visualiza con un sudadero celeste y un pants en la cocina.
Ese día, Brenda salió temprano porque iba a inscribir a sus hijas gemelas a las Obras Sociales del Hermano Pedro. Brenda no tenía trabajo y era mamá soltera, por lo que debía velar porque sus hijas estuvieran bien.
Su contrato en el centro de rehabilitación para jóvenes en conflicto con la ley, Gaviotas, no le había sido renovado y estaba buscando empleo.
Era trabajadora social, egresada de la Universidad Rafael Landívar y había laborado en varios lugares.
También era la última de 5 hermanos y eso ayudó a que fuera una mujer segura de sí misma y carismática. Tenía infinidad de amigos y se mantenía en contacto con ellos.
Brenda llegó a ser modelo de productos guatemaltecos que se vendían en Estados Unidos.
Sentía pasión por las tradiciones de su comunidad.
Incluso, la empresa Maya Works le abrió las puertas para que apoyara a las mujeres que producían los tejidos, lo que hizo que esa empresa la propusiera como candidata al premio Human Rights Awards.
Logró quedar entre las 30 de la lista.
A Brenda la conocía la comunidad de Comalapa por ser colaboradora.
Ella nunca estaba de mal humor, a pesar de no tener un medio de sobrevivencia.
Una muestra del amor que sembró en la comunidad es que a su entierro llegaron tantas personas que no cabían en la iglesia donde se ofició la misa.
¿Pero quién tenía interés en hacerle daño a Brenda, al extremo de quitarle la vida?
Un hombre que hasta el momento no ha sido capturado.
El mismo día que ella salía a inscribir a las obras sociales a sus hijas, esa misma mañana su vida sería arrancada de un tiro.
Él la conocía y las hipótesis de su asesinato son varias. Que la llevó a la fuerza al lugar donde la mató, con engaños o quizás la convenció de que sentía un verdadero amor por ella.
Algo que el Ministerio Público deberá aclarar, ya que Brenda presentaba golpes en su cuerpo.
Hubo una discusión y después le disparó, dejándola tendida en la cama de una habitación.
Brenda había decidido no volverlo a ver.
Pero, ese día él se atravesó en su camino para dejar a dos niñas en la orfandad, a una madre adolorida y a sus hermanos sumidos en la tristeza.