Sin mascarillas o distanciamiento. Sin importar la lucha y la crisis que viven los doctores y médicos del país mientras combaten la pandemia. También haciendo caso omiso a las restricciones del último fin de semana con el toque de queda entre 20 horas y 4 horas del día siguiente. Las comunidades de Las Lomas Joyabaj y Parraxtut Sacapulas en Quiché se convirtieron en el ojo de las críticas este sábado 4 de septiembre ante la organización de masivas fiestas sin medidas de bioseguridad.
Desde el inicio de la pandemia, 12 mil 315 personas han fallecido y 488 mil 538 individuos han sido contagiados con el COVID-19. Pero disfrutar de música y compañía sin ninguna protección ante el coronavirus se volvió una prioridad para ambas comunidades.
Aislados del resto de Quiché con difíciles rutas de acceso y, para evitar las interrupciones de la Policía Nacional Civil (PNC), encapuchados tomaron el control de algunos puntos hacia las comunidades y colocaron talanqueras o bloquearon el paso durante este domingo aseguró la PNC. Mientras, una productora se encargó de colocar un escenario, hacer sonar la música y grabar con cámaras al público que decidía olvidar la pandemia con algunos pasos de baile.
Un Facebook Live de Xalabaj e Ix-Balam Estereo se convirtieron en la forma principal de denunciar a las autoridades que la fiesta se llevaba a cabo. Mientras, en la ciudad capital, la PNC también debía retener ciudadanos por romper el toque de queda este fin de semana, capturando hasta 31 personas el 4 de septiembre. Sin embargo, los cuerpos policiacos no se hicieron presentes en ninguna de las fiestas y pudieron continuar sin importar las restricciones de movilidad.
La PNC informó este lunes que “al tener conocimiento sobre una fiesta que se celebraba en Aldea Parraxtut, Sacapulas, Quiché, personal policial se dirigió al lugar para verificar la veracidad de la actividad.”
Las autoridades también consultaron sobre la fiesta con el alcalde municipal de Sacapulas, Alberto Lux. Sin embargo, el funcionario había negado los permisos para realizar la actividad, pero los pobladores hicieron caso omiso a las órdenes municipales.
“Se estableció mediante diálogo con alcaldes auxiliares que en la Aldea Parraxtut se habían organizado más de seis asociaciones locales, contratando grupos musicales. A pesar de las recomendaciones a los organizadores, hicieron caso omiso de la situación, indicando que no querían presencia de las autoridades ya que la fiesta la habían costeado” menciona un comunicado de la PNC.
Sin embargo, la fiesta no se quedó solo en el pasado sábado. Para el domingo 5 de septiembre, la música volvió a sonar y los pobladores regresaban a la pista de baile. Los grupos Shoyita musical y Ronald y sus bravos ponían a bailar a los cientos de participantes. Mientras, la PNC dialogaba con encapuchados para poder ingresar a la localidad.
Sin embargo, la PNC no consiguió ningún arresto. Los agentes policiacos tomaron fotografías de la actividad para luego ser compartidas con el Ministerio Público y empezar con una investigación. ¿Crees que se deban imponer castigos y sanciones a quienes rompan las medidas gubernamentales?