La cuenta regresiva para el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha comenzado. Por un lado, el mandatario busca mantener sus finanzas personales y las de su organización lejos de la vista publica, por otro se enfrenta a la posibilidad de un juicio político en el Congreso de su país, cuyo fin, de ser condenado, sería su destitución.
En el primero de los casos, el plazo que tiene Trump es de 10 días para apelar la orden de una Corte y tener que entregar sus récords financieros a los fiscales de Nueva York. En el segundo, las acciones de la mayoría demócrata en la Cámara Baja del Congreso, que votó a favor de iniciar con el proceso de investigación y audiencias para determinar si el actuar de Trump “traicionó su juramento al cargo”.
Sus finanzas
Sobre sus finanzas, el 45º presidente de los Estados Unidos ha sido muy secretivo. Desde la campaña electoral, misma que ganó, se ha negado a hacer públicos sus informes de impuestos. Con lo que rompió una larga tradición, arraigada en la nación del Norte, donde todos los candidatos hacen de conocimiento público sus finanzas para garantizar la transparencia de su gestión.
Pero, este lunes una Corte del Estado de Nueva York, le ha ordenado a la firma contable de Trump que entregue los informes financieros del magnate y su conglomerado empresarial. Trump, quien ha pasado de ser billonario a multimillonario y ha enfrentado 4 procesos de bancarrota, se estima que actualmente tiene un valor neto de unos US$3 mil 100 millones.
Un panel de jueces dictaminó que la firma de contabilidad de Trump, Mazars LLP, debe entregar 8 años de declaraciones de impuestos personales y corporativos a los investigadores de la Fiscalía de Manhattan. Pero, los fiscales no harán efectiva la orden de los jueces, pues ahora Trump pedirá a la Corte Suprema pronunciarse sobre el fallo, para lo cual el equipo legal del presidente cuenta con 10 días hábiles para hacer la solicitud.
La llamada telefónica y el “impeachment”
Entre tanto, la semana pasada la Cámara de Representantes del Congreso aprobó se inicien las investigaciones para un juicio político en contra de Trump. Nancy Pelosi, quien preside dicha cámara hizo el anunció y aseguró: “El presidente debe rendir cuentas y nadie puede estar por encima de la ley”.
Medios estadounidenses han reportado que un informante alertó a los servicios de inteligencia sobre una llamada entre Trump y el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, el pasado 25 de julio. Para los opositores de Trump, este habría solicitado a su homólogo investigar al precandidato presidencial y exvicepresidente Joe Biden y su hijo Hunter, por sus vínculos con la mayor empresa de gas de la nación europea.
Como medida de presión y para acelerar la investigación, por parte de los ucranianos, Trump habría congelado un paquete de ayuda militar valorado en US$400 millones. Al respecto, Trump asegura que no obró mal, que su actuación fue más bien una medida para hacerle ver a los demás países europeos lo poco que han apoyado a Ucrania.
Y es hoy esa llamada, junto a la solicitud de Trump la que ha desatado la furia de los demócratas en Washington. Y con ella, el inicio del proceso de investigación con miras a un juicio para buscar su destitución. Sin embargo, el proceso será largo y luego llegará al Senado (la Cámara Alta del Congreso), donde la mayoría es republicana y se requiere de 2 tercios (67 por ciento) para que la solicitud de destitución sea aprobada.
¿Qué sigue?
La Constitución de los Estados Unidos establece medidas para regular el poder que cada una de sus tres ramas de gobierno tiene. Con estas se evita que ni el Ejecutivo, el legislativo o el Judicial puedan imponer sus agendas o intereses sobre las demás. Impeachment es un juicio político que se lleva a cabo en el Congreso y tiene como fin la destitución del presidente si se le llega a condenar por traición, soborno u otros crímenes o delitos graves.
1. Cualquier miembro de la Cámara de Representantes puede presentar una resolución pidiendo la destitución del presidente, si considera que es culpable de traición, soborno u otros delitos.
2. La Cámara de Representantes evalúa las acusaciones y con una mayoría simple puede aprobar la destitución y se procede al juicio político.
3. En el Senado de los Estados Unidos comienza el proceso y es el presidente de la Corte Suprema quien lo preside. Miembros de la Cámara Baja fungen como fiscales y los miembros del Senado como jurado.
- 4. Al finalizar el juicio, el Senado deberá votar y si el presidente es encontrado culpable por 2 tercios de los senadores (67 por ciento), es destituido. Inmediatamente, el vicepresidente asume el puesto por el resto del mandato.
Por ahora, solo queda esperar y conocer las pruebas que los demócratas, sus testigos y los informes tienen para inculpar a Trump. Entre tanto, Trump asegura que todo este proceso es una cacería de brujas y un acoso al presidente.