Su deceso ocurrió la noche del miércoles. En casa, la familia no escuchó nada, ni siquiera los 11 perros de la familia ladraron o advirtieron que algo sucedía. María García Salas, se suma hoy a la estadística de más de medio centenar de mujeres, que mensualmente pierden la vida en Guatemala.
Investigaciones preliminares dan cuenta que la noche del miércoles, en la vivienda que García Salas compartía con el exprocurador de los Derechos Humanos, Sergio Morales, nada fuera de lo normal sucedía. Sin embargo, pasadas las 22:00 horas la tranquilidad del hogar se vio perturbada.
Su cuerpo, según los Bomberos Municipales, presentaba señales de estrangulamiento y fue localizado en el suelo de una de las habitaciones del inmueble. A decir de su ahora viudo, ella habría estado haciendo trabajos de remodelación en la vivienda y no fue hasta que la hija de ambos la encontró inconsciente que el caos comenzó.
“Traté de tomarle el pulso, le di oxígeno y llamamos a los bomberos, ellos llamaron al Ministerio Público y la PNC”, dijo Morales.
Hoy, el exprocurador de los Derechos Humanos y la familia de María esperan los resultados de la autopsia para determinar la causa de la muerte. Y una investigación del MP podría brindar indicios de lo sucedido en la vivienda de Santa Lucía Milpas Altas.
La otra mujer del PDH
Las relaciones sentimentales de Morales han estado marcadas por sucesos violentos. En 2009, otra de sus compañeras sentimentales fue víctima de violencia. Gladys Monterroso, entonces su exesposa, fue víctima de un secuestro en la zona 9 de la Ciudad de Guatemala. De acuerdo con las investigaciones, Monterroso fue raptada a las 7:00 horas por 3 hombres encapuchados.
Trece horas más tarde, en la zona 18, vecinos de la colonia Atlántida se comunicaron con familiares de Monterroso. Los denunciantes aseguraron que una mujer que se identificaba como la desaparecida, habría sido abandonada en la vía pública. Según el MP, Monterroso habría sido drogada, vejada y torturada durante su cautiverio. De inmediato, las autoridades llevaron a la recién liberada a un hospital para ser atendida y estabilizada. “Tenía quemaduras de cigarrillo y golpes en varias partes del cuerpo”, detalló el informe.
El secuestro de Monterroso coincidió con la presentación del informe “Derecho a saber”, en el cual el entonces PDH Morales, denunciaba públicamente abusos y crímenes cometidos por la Policía Nacional durante el Conflicto Armado Interno. Según Morales, días después de la entrega del documento, personal de la PDH y él mismo había recibido amenazas telefónicas.
Hoy, lejos de la vista pública, pero con medidas de seguridad, tanto María García Salas y Morales denunciaron haber sido víctimas de extorsiones y amenazas. Habrá que esperar los resultados de las investigaciones para determinar qué sucedió en la casa de Milpas Altas la noche en que otra mujer del PDH fue violentada.