La vacuna del COVID-19 ha sido el objetivo principal de la población para poder superar la pandemia. Sin embargo, la acaparación de las vacunas ha creado problemas para tener acceso a la inmunización del virus.
Luego de haberse sumado tarde a la contienda por la compra de vacunas, en comparación de países como El Salvador o Costa Rica que sí pudieron comprar dosis de farmacéuticas estadounidenses, el Gobierno de Guatemala realizó un negocio con el Fondo Ruso de Inversión Directa para obtener 16 millones de vacunas de Sputnik V.
Sin embargo, la decisión sólo desató una oleada de polémicas, críticas y denuncias de corrupción alrededor del contrato realizado entre los gobiernos de Guatemala y Rusia. Las vacunas tomaron semanas en poder llegar y sin ser las cantidades estipuladas. La excusa principal trataba de falta de dosis para satisfacer el pedido de las autoridades guatemaltecas.
El dinero de la mitad del lote de vacunas ya había sido pagado. Más de Q 614.5 millones fueron desembolsados para costear la inoculación y poder proteger a la población. Ni dinero ni vacunas, la crisis se acrecentaba con el paso del tiempo mientras solo unos cuantos miles de vacunas lograban llegar a Guatemala.
La ciudadanía exigía la vacunación, mientras las autoridades permanecían en silencio y ocultando los detalles del contrato con el Fondo Ruso, además de no contar con una calendarización para la entrega de las dosis. Fue hasta el pasado 27 de julio que la ministra de salud, Amelia Flores, anunció que llegaron a un acuerdo con los fabricantes rusos para tener entregas mensuales de la vacuna. Además, tras el incumplimiento del envío, se dejarán de comprar 8 millones de dosis.
Inconvenientes con el resto de Latinoamérica
Guatemala no es el único problema que se encuentra con problemas con la falta de entregas de Sputnik V. Países como Argentina, Brasil, México, Bolivia, Paraguay y Honduras también han sufrido las pocas dosis de la vacuna. Sin embargo, la nación que se encuentra con la peor situación sigue siendo la del gobierno guatemalteco al solo conseguir poco más de 800 mil dosis en cinco diferentes envíos.
En Argentina ya se menciona una posible cancelación del contrato con el Fondo Ruso, debido a que casi 7 millones de personas siguen esperando la segunda dosis de la vacuna. Debido a la falta de capacidad de fabricación por parte del Gobierno de Rusia, más de 2 millones de personas tienen cerca de 100 días sin poder completar el esquema de vacunación.
México tampoco ha podido recibir todas las vacunas ordenadas al Fondo Ruso. De las 24 millones de dosis solicitadas, solo han obtenido 2 millones 800 mil vacunas. A diferencia de otros países, el gobierno mexicano también se alió con proveedores estadounidenses y europeos para poder tener vacunas de Pfizer, AstraZeneca o Johnson&Johnson.
En Bolivia también tuvieron que suspender el envío de 200 mil vacunas que estaban destinadas a ser la segunda dosis para su población. Pasaron más de 180 días sin poder obtener las dosis pagadas. Panamá llegó al extremo de cancelar un contrato por 3 millones de vacunas, pero Rusia afirmó que no podía cumplir con los plazos de entregas.