Las comadronas -o parteras tradicionales- son esenciales en la vida guatemalteca y están en la primera línea de salud para miles de mujeres y familias en zonas urbanas y rurales de Guatemala.
Acompañan a las madres desde los primeros meses de embarazo, orientan las prácticas de salud de mujeres y sus familias, comparten sus conocimientos de medicina tradicional y proveen atención y cuidado en el parto, recibiendo así vida nueva en sus manos. Ellas acompañan también el proceso posterior al parto. Las comadronas son además promotoras de la lactancia materna, una práctica clave para la salud y nutrición en las primeras etapas de los bebés, que les provee los nutrientes que necesitan para crecer con un sistema inmunológico que se desarrolle plenamente. Los beneficios de la lactancia materna son múltiples para niñas y niños: ayuda a prevenirles infecciones gastrointestinales y respiratorias y diversidad de enfermedades, reduce su riesgo de mortalidad en el primer año de vida y se asocia con su desarrollo cognitivo a largo plazo. Este pleno desarrollo físico y cognitivo es clave en un país como Guatemala, donde la desnutrición crónica -y los retrasos en el desarrollo- afecta a casi la mitad de todos los menores de cinco años y a casi 6 de cada 10 niños indígenas.
¡Gracias por ser un factor crucial para que todos los pequeños puedan nacer, vivir y crecer sanos en Guatemala!