Las redes sociales enloquecieron en diciembre recién pasado, cuando Rosa María Vargas, esposa de Manuel Baldizón, protagonizó un video. Terminando enero, lo que parecía ya estaba olvidado regresó nuevamente y con más fuerza, pues quien quería ser primera dama lo volvió a hacer.
En la primera grabación se vio a Vargas dentro de un bus, pero ahora el escenario cambió. En esta ocasión, la esposa del excandidato a la presidencia por el extinto partido LIDER protagonizó una discusión en las instalaciones de un laboratorio médico.
Según la información del video, la señora Vargas se habría molestado por el mal servicio que le prestaron.
El tiempo de espera para que le autorizaran su seguro, con el objetivo de que le practicaran un examen médico, fue demasiado. Vargas no aguantó más y estalló contra el personal, amenazando con que llamaría a la Dirección de Atención y Asistencia al Consumidor (Diaco).
A pesar de que solo se mantenía como una discusión, todo cambió en un instante. La clienta, molesta, se dio cuenta de que la estaban grabando. “Eso es delito… Están grabando video las empleadas”, se escucha en la grabación.
Vargas reaccionó de inmediato, señalando que no la podían grabar e intentó que lo dejaran de hacer. Luego de unos empujones con los de seguridad, tomó el libro de quejas para escribir en él.
Esta es la segunda vez en menos de dos meses que Rosa María Vargas protagoniza un altercado en redes sociales, donde se ha ganado la crítica de los guatemaltecos, quienes la señalan de cómo ella pudo querer ser la primera dama de la nación.
Nace #LadyChish
Era diciembre, cuando el mayor interés de las personas eran las fiestas navideñas. Sin embargo, lo vivido por unos pasajeros de un bus con destino a Petén se convirtió en tendencia en Guatemala.
Fue una riña verbal entre dos mujeres, quienes sin saberlo serían vistas por miles. La razón: la esposa del excandidato a la presidencia, Manuel Baldizón, era el personaje principal del video.
El altercado inició cuando el autobús que se dirigía desde Guatemala a Petén tuvo un atrasó, siendo la responsable la señora Vargas. Esto causó la molestia de los usuarios, llegándola a insultar llamándola “prostituta”.
El enojo de Vargas fue tal, que amenazó a los pasajeros con que si querían se podían bajar, dejándolos en medio de la carretera. Todo ello, resaltando que era la propietaria de la unidad colectiva.
El hecho generó indignación y halagos de los usuarios, quienes estaban de acuerdo con que ella se defendiera de los insultos. Aun así, fueron las burlas las que más resaltaron los días siguientes al altercado.
Memes invadieron Facebook y Twitter, donde resaltaban las frases de la señora Vargas. De ahí que naciera el apodo de #LadyChish, con el que se le conoce hoy en día.
