Juan Luis Lagunas, alias el Pirata de Culiacán, una historia conmovedora y que terminó en tragedia. Su madre lo abandonó desde pequeño y nunca conoció a su papá, vivía con su abuela y para ganarse la vida lavaba carros.
Cuando tenía 14 años se escapó de su casa, fue entonces cuando conoció a varias amistades que le presentaron el mundo de los exceso y el dinero. Fue así que poco a poco se hizo conocido en México por publicar en redes sociales videos de él tomando alcohol hasta perder el conocimiento y drogas, pese a ser menor de edad.
Con estas grabaciones, llegó a tener cerca de 790 mil seguidores en Facebook, 37 mil en Twitter y cerca de 323 mil en Instagram. Los que lo acompañaban en las filmaciones lo incitaban a emborracharse o drogarse y mientras lo hacía, se reían de él, como siendo el centro de atención o el payaso de la fiesta.
Todos parecían celebrar sus excentricidades, sus supuestos amigos reían sin parar, su “estilo” de vida lleno de excesos junto con una declaración en uno de sus videos fue lo que lo condujo a la muerte.
El 9 de noviembre publicó un video en el que tal vez fue un poco lejos. En la grabación se dirigió a Nemesio Oseguera Cervantes, alias El Mencho, líder del Cartel Jalisco Nueva Generación y uno de los principales distribuidores de drogas sintéticas del continente, según el Gobierno estadounidense.
Al Pirata no le importó que Nemesio Cervantes fuera uno de los hombres más buscados y peligrosos. “El Mencho a mí me pela la…”, dijo en un video.
Juan Luis anunció en redes que esa noche iría al bar Menta2 Cántaros y detalló la hora de su llegada. Esa fue su última aparición en Internet. Horas más tarde murió tras recibir 15 balazos. Medios mexicanos empezaron a manejar la hipótesis de que El Pirata fue asesinado por insultar a El Mencho.
Pasaron días sin que nadie fuera a reclamar el cadáver y cómo él decía “ahí nomás quedó” su vida corta, llena de excesos, malgastos y una frase que le costó la vida.