Por varios meses, disputas internas dentro de la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC) ha desatado la reacción de un grupo de estudiantes. Tomando edificios como rectoría o la Dirección General de Administración, el grupo de alumnos ha generado un ambiente de protestas dentro de la tricentenaria.
Según la USAC, son 12 los edificios tomados desde septiembre de 2020 y que, gracias a la falta de diálogo entre la administración universitaria y los protestantes, varios servicios para los estudiantes han sido afectados. Entre ellos, la validación, certificación y entrega de títulos. Según el rector de la institución, Murphy Paiz, llegaron a ser más de 4 mil títulos los que se acumularon en entregar. Inicialmente, los estudiantes encapuchados se oponían a un préstamo de USD $120 millones por el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) que serviría a la USAC para invertir en maquinaria y equipo.
Amanda, quien ya había logrado culminar sus estudios superiores y que su éxito académico en una maestría le permitía hacer los trámites finales para ostentar su título, fue víctima de la falta de diálogo entre los manifestantes que tomaron los edificios y las autoridades universitarias. “Yo pagué todo el proceso de mi título de maestría desde agosto de 2020. Sin embargo, todo se retrasó debido a que los estudiantes tomaron edificios de la universidad” afirmó.
Para la ya galardonada estudiante, el título le permitiría una mejor oportunidad laboral con una empresa canadiense. Sin embargo, los meses pasaban y la toma no cesaba. En distintas ocasiones, la USAC trataba de entablar un diálogo para resolver el conflicto, pero el grupo de encapuchados “se negaban a hablar” según Paiz. Por otro lado, el rector afirmó que la toma de los edificios culminó en el daño de servidores que provocaron fallas dentro del proceso de títulos y Amanda, con esta situación, se convirtió entre las 4 mil personas que debían esperar ahora a un cambio en los servidores para poder obtener la validación de su titulación.
“Nadie nos avisó de nada. Si no es por conocer a cierto personal que se encontraba en la administración, no nos enteramos que el proceso estaba tan estancado. Uno entra a la página de la universidad y no hay información. Llamé a secretaría y sólo explicaron que habían tomado la universidad. Meses después la excusa cambió a que no estaban funcionando los servidores” explicó Amanda.
Sumado a la disputa interna en la USAC, el rector de la universidad confirmó que también existió un cambio de personal administrativo.”Dentro de la organización de registro de estadística tienen una área de informática, pero en los últimos meses hubo cambios laborales. El personal que entró al cargo, se le puede atribuir que no llevó los mantenimientos. También han habido momentos donde amerita dar seguimiento del equipo. Tuvimos inconvenientes de apagones e interrupciones de señal. Cambios de proveedores de internet en los últimos días” expresó Paiz
Además del proceso de certificación o validación de títulos, las inscripciones de primer ingreso también se vieron afectadas por la situación de la USAC según afirmaciones de Paiz.
Esporádicamente, los servicios se fueron rehabilitando y algunos títulos empezaron a lograr ser entregados tras un mantenimiento y acceso a ciertos edificios universitarios que por casi seis meses habían causado problemas a miles de estudiantes. Sin embargo, el servicio era irregular y Paiz explicó que la situación solo permitía el uso de servidores o, incluso, internet, por horas y no días.
El proceso en otra universidad
Por casi seis meses, Amanda debió luchar para poder recibir su título de maestría. Sin embargo, ella encontró un contraste negativo a su experiencia cuando su pareja debía realizar un proceso similar pero en una universidad diferente.
“Mi pareja también necesitaba validar su título, pero él lo debía hacer dentro de una universidad privada. Es increíblemente frustrante que yo tuve que esperar por meses, perseguir a administración y esperar a que se resuelva una manifestación para poder obtener mi título, mientras él (la pareja) solo tardó cuatro horas dentro de la Universidad del Valle de Guatemala (UVG) para conseguir su título validado” recuerda Amanda comparando su situación con la de una persona que se encuentra en una institución privada.
“Hay implicaciones con la gente con la que trabajo. Nos quita competitividad y rapidez el no contar con el título validado. No es posible que en otras universidades se tarden horas y en la USAC meses. No podemos vivir en una universidad bloqueada. Entiendo los argumentos de los estudiantes, pero no es correcto que perjudiquen a otros compañeros. Me cae mal que los de la usac tengamos que pasar con estas cosas” sentenció Amanda. Sin embargo, la ya titulada de una maestría afirma que su amor por la USAC también tuvo que ser reforzada con un compromiso de constantemente luchar por aprender por sí sola debido a las carencias que tiene la institución.
Así se encuentra el diálogo
Según Paiz, los intentos de entablar diálogo con los encapuchados que han tomado 12 edificios universitarios continúa. A pesar de que los acercamientos anteriores fracasaron, el rector explicó que se encuentran en contacto para que el cardenal de Guatemala, Álvaro Ramazzini, fuera la figura neutra moderadora en las conversaciones.
“El Consejo Superior Universitario (CSU) solicitó la invitación al cardenal Ramazzini para colaborar a conducir el diálogo. Él aceptó, pero se encuentra en Huehuetenango y necesita una agenda para poder organizar el tiempo requerido. Ya se invitó a conversar a los estudiantes manifestantes pero siguen sin informarnos nada. Hemos estado muy complementados en la elección de magistrado para la Corte de Constitucionalidad (CC), por lo que también nos ha absorbido tiempo” explicó Paiz.
El cardenal ya aceptó su rol dentro del diálogo, pero las autoridades universitarias esperan aún por la definición de los temas a tratar.