Luego que durante el fin de semana, un grupo mayor de 2 mil personas originarias de Honduras se encaminaran a Guatemala, este lunes ingresaron al país. El objetivo de los migrantes es pasar por tierra nacional, dirigirse a México y llegar a Estados Unidos.
Lo que motiva a los hondureños a iniciar con la larga travesía es la violencia y la pobreza que se vive en el vecino país.
Desde el principio, las autoridades guatemaltecas decidieron prohibirle el ingreso a los hondureños que no cumplieran con los requisitos para su ingreso legal. El argumento utilizado era contra las personas que alteren el orden y la seguridad nacional.
“Guatemala no promueve, ni respalda la migración irregular en ninguna de sus formas, por lo tanto, rechaza los movimientos organizados con fines ilícitos y que tergiversen o utilicen la figura de un derecho humano, como es la migración para fines particulares”, citó el comunicado del Instituto Guatemalteco de Migración.
Incluso así, las más de 2 mil personas ingresaron este día al país, considerado por las autoridades guatemaltecas “a la fuerza”. Esto ha provocado una situación de incertidumbre a varios kilómetros de la ciudad de Esquipulas, departamento de Chiquimula.
En el lugar se encontraban unos 250 policías, que según la Comisaría del lugar, tenían la orden de detener la caravana de hondureños. Tras varias horas detenidos lograron entrar a Esquipulas, donde dormirán para continuar con su viaje este martes.
Problemas para Migración
Según Alejandra Mena, vocera de la Dirección General de Migración, la situación que se vive actualmente con los migrantes hondureños es única y anormal. Por lo que las acciones que se tomarán son de diálogo para evitar que sigan con su trayecto.
Si los migrantes continúan con su rumbo a México, a pesar del diálogo, lo único que quedaría es permitirlo, afirmó la vocera. Agregó que todo dependerá de México, Gobierno que indicó no dejaría pasar a personas sin visa mexicana.
Mena explicó que sería México el encargado de expulsar a los migrantes rumbo a Honduras, si lo considera necesario. Esto provocaría que muchos de ellos se queden en territorio nacional, lo que representa un problema para Guatemala.
La Dirección General de Migración indica que todo aquel que ingrese al país legalmente tiene un período de estadía de 90 días. Si es necesario, la persona podría solicitar una ampliación o incluso una residencia guatemalteca.
Esto no aplicaría para los hondureños que ingresaron hoy, debido a que al momento de su entrada al país lo hicieron ilegalmente. Si México no los recibe, la migración guatemalteca con apoyo de la Policía Nacional Civil (PNC), deberán identificar a los migrantes y expulsarlos del territorio.
Dicha labor, está en duda si se podrá realizar debido a las limitantes que tienen las autoridades guatemaltecas. Además, en el país hay pocas oportunidades de empleo, problemas de seguridad y pobreza, mismas de las que están huyendo los hermanos centroamericanos.