Por: Cristian Ramírez, Juan José Muralles, Marysabel Aldana y Elena Gaytán
En los últimos días, circuló en las redes sociales una petición en línea para impedir que la banda de black metal, Marduk, se presente en el país. El concierto es parte de la gira de la agrupación por Latinoamérica y es la tercera vez que visitan Guatemala.
La petición se dirige a las familias cristianas “para orar e impedir que, a través de estos siervos de Satán, nuestra juventud quede atrapada en sus engaños y maldiciones”. El concierto será el 11 de octubre en el Salón San José con un precio de Q350 la entrada general.
Desde que la petición se hizo viral, los comentarios en redes sociales a favor y en contra de la misma comenzaron a circular. “Por lo desestabilizado que está el país, no es necesario ese tipo de polémicas”, comentó el aficionado del metal y columnista Amner Herrera.
Como Amner, muchos guatemaltecos sospecharon de la petición, incluso, mencionaron que se trataba de una “cortina de humo”. “Me parece extraño que con esta banda específicamente se levantara polémica. A pesar de que el metal y la religión siempre han estado en conflicto, ahora no es el momento para hacerlo”, agregó Herrera.
Además, el metalero se refirió a la banda Batushka, que se presentó en el país en mayo de este año y que incluye entre su acto, una sátira de ritos ortodoxos. “No ha habido alboroto con bandas más polémicas”, argumentó.
“Imponer una censura en algo como un concierto es el primer paso para que pase a manos estatales censurar cualquier cosa. Ahora es el momento para hacer unidad y consenso. Guatemala pide a gritos de voces de liderazgo que busquen conciliar nuestras diferencias”. Amner Herrera.
Para el padre Juan Carlos Messen, la música en sí no puede ser catalogada como buena o mala. “El problema es más el uso que le dan y el daño que pueda causar el contenido musical”, comentó el sacerdote. En cuanto a la polémica, el religioso argumentó generalmente sobre el tema, ya que no conoce la banda ni sus canciones. “Así como ellos son libres de trabajar, las personas también son libres de unirse y expresar su opinión en contra de la agrupación. Es una forma de manifestarse”, indicó.
Herrera maneja una postura legal. “Yo me apego a la Constitución. Están en todo su derecho de crear la campaña, también los metaleros tienen el derecho a la recreación y de asistir a este tipo de eventos. Es la libertad de culto y de expresión. Uno puede o no creer en lo que quiera”, agregó.
La petición en línea lleva más de 57 mil firmas de guatemaltecos de todas las denominaciones religiosas e ideologías políticas que comparten la idea de que “suficiente maldad existe en el país con toda la corrupción”.
Por el contrario, el rechazo a la banda también se ha hecho presente. Andrés Hernández firmó la petición y como joven expresó que “es algo muy satánico en contra de Dios y la Biblia”. “La situación del país está jodida por tanta violencia y no podemos aguantar cosas de ese tipo”, agregó. Susana Cáceres también firmó explicando que “la música debe exaltar lo extraordinario del hombre y no destruir su humanidad”.
Una carta al ministerio
Pocos días después de que la petición circulara en redes, el diputado Aníbal Rojas, del partido Visión con Valores (VIVA), dirigió una carta al ministro de Cultura y Deportes, José Luis Chea Urruela para solicitar que “considere suspender el concierto”. “Hemos encontrado que el satanismo que predica la banda no tiene ningún tipo de relación con el arte, la letra de sus canciones es destructiva y atentan contra los valores morales”, se lee en el documento.
Rojas comentó que la solicitud no violenta el artículo 35 sobre el derecho a la libertad de pensamiento, conciencia y religión. “Una persona se puede manifestar a favor de esto individualmente, pero, es diferente a que lo promueva a través de un concierto en donde miles podrán ser afectados por estas ideologías”, agregó.
“Realmente asusta, porque somos una sociedad que pretende defender principios y valores. Estas bandas pretenden degradar estos valores”, comentó Rojas. Algunos diputados pretendían dar seguimiento al caso con un punto resolutivo, sin embargo, el cuórum no fue suficiente durante la votación.
La “banda más blasfema del mundo”
Marduk es una agrupación de black metal formada en 1990, en Suecia. Su nombre se deriva de la deidad patrónica de Babilonia del mismo nombre. Sus letras son anticristianas y satánicas. Sin embargo, durante los últimos discos, la banda se enfocó en hablar sobre temas históricos, específicamente, sobre la Segunda Guerra Mundial.
Por esta razón, se les asocia a grupos neonazis o supremacistas, sin embargo, la banda ha negado su vinculación con estas agrupaciones. A principios de 2018, dos miembros fueron acusados de comprar propaganda nazi en línea, a lo que la banda reiteró que “sus letras trataban sobre religión e historia únicamente”.
Marduk cuenta con 14 discos y diversos EP. El primer demo de la banda Fuck me Jesus (Cógeme, Jesús), desató polémica por su portada, en la cual una mujer desnuda aparece sodomizándose con un crucifijo. Otra portada que desató sospechas de alineación nazi es la de la reedición del álbum Panzer Division Marduk, en el que aparece un tanque alemán Panzer VI E Tigre. Viktoria es el último disco de la banda.
Las letras de Marduk van desde la soledad hasta blasfemias directas contra Jesucristo. Ejemplo de ello es la letra de Slay the Nazarene (Muerte al Nazareno), en la que se pueden escuchar frases como “deberías ser el rey de reyes, pero, ahora siente el abrazo de las alas de Lucifer”.
Una situación similar
En Colombia sucedió lo mismo, incluso la banda también había visitado el país anteriormente. En un video viral, el concejal de la familia, Marco Fidel Ramírez, expresó su rechazo al concierto que Marduk dará el 5 de octubre en Bogotá. La senadora por el Partido Centro Democrático, María del Rosario Guerra, también expresó su repudio a la banda.
Fotos: Facebook, Twitter.