La aparición de una espuma sospechosa en el río Los Ocotes causó la suspensión de agua que abastecía a la estación de bombeo El Atlántico y la planta Las Ilusiones, las cuales llevan ese suministro a los vecinos de las zonas 17, 18 y 25 de la capital.
Desde el viernes 23 de noviembre, familias afectadas de las referidas zonas le han exigido a la Municipalidad y a Empagua que solucionen el problema, pues tienen más de una semana con este inconveniente.
“Yo recuerdo que en los años 80 y 90, el agua llegaba a nuestras casas bien espumosa; de tan limpia que caía, la mandaban con una gran fuerza y jamás había problemas como los que ahora mantenemos a causa de tanta ineptitud de Empagua. Qué coraje, ahora envían el agua hasta sucia y hay días que cae y otras no, pero aunque no tengamos servicio debemos pagar los excesos en los recibos”, lamenta Shirley Marlene Quiroa.
Durante los días de investigación que emprendieron las autoridades, se logró determinar que una empresa textil era la responsable de contaminar con tinta dicho río. Todavía no han indicado las medidas que se tomarán al respecto, pero mientras tanto eso ha afectado a más de 250 mil personas.
Un problema que se ha vuelto costumbre
Las familias de estos sectores cuentan que no es la primera vez que se quedan sin suministro. “Ya se les hizo costumbre quitar siempre el servicio, pues cada tres o cuatro meses es la misma cosa”, aseguró Pablo Hernández.
Más de 90 por ciento de las fuentes de agua en Guatemala están contaminadas, según el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales. Asimismo, solo el 6 por ciento de las comunas le da un tipo de tratamiento a sus aguas residuales.
A pesar de los diferentes casos en los que se encuentran involucradas empresas en la contaminación de ríos, todavía no existe una ley que regule este problema en el país, siendo las multas la única medida existente para sancionarlas. Estas van desde Q25 mil en adelante, según la gravedad.
¿Consideras que nuestro país se ha tardado en tener una ley de aguas?
Fuente: Municipalidad de Guatemala, Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales.