La disculpa de la Ministra de Salud, Amelia Flores, llegó tarde, muy tarde. No era como ella lo había planeado, tres días antes en el polideportivo de Gerona, cientos de adultos mayores llegaron para recibir la primera dosis de la vacuna contra el COVID-19. Pero una buena parte de estos, dejó su encierro para nada.
Edmer González, piloto de UBER, habría comenzado a llevar adultos mayores a Gerona desde el miércoles. “Me llamaban señoras que querían que las llevara a vacunarse y por todo habré llevado unas 50 al polideportivo”, recuerda. Hasta el viernes, en que las cosas se pusieron mal.
Thelma se entero de la vacunación por su prima, quien desde temprano de ese día estaba en la cola con su mamá. “Veníte, me escribió por el Whatts, están poniendo la vacuna y traéte a mi tía Zoila”. La incrédula de Thelma había escuchado que la cosa no era así nada más, pero la insistencia de su prima fue tal, que ambas se trasladaron desde Villa Nueva hasta Gerona para que la septuagenaria recibiera su primera dosis.
“Le dije a mi mamá que no tomara agua para que no le dieran ganas de ir al baño, por si la cosa se tardaba mucho”, recuerda Thelma.
Días atrás, fue la propia Amelia Flores quien anunció que el 1 de abril sería la fecha de inicio de la Fase 2 de vacunación. Pero algo salió mal, muy mal y no se pudo cumplir con el plazo establecido. Y aunque durante la semana santa se vacunó a muchos, otros tantos solo llevaron frio y hambre mientras hacían la fila a las afueras del polideportivo.
Llegaron a las 11 de la mañana, la fila era larga y el frio hacia parecer que se movía más lento. Con doble mascarilla, suéter, abrigo y una colcha, Zoila espero durante cuatro horas por la primera dosis. Thelma entre tanto, nerviosa y con la angustia de que la salida de su madre valiera la pena, no dejaba de preguntar a los que salían: “¿Cómo le fue?”
Unos de decían que bien, que habían recibido la vacuna y que luego llenaron un formulario con sus datos para regresar en 12 semanas por la segunda dosis. Otros, visiblemente cansados por la larga espera, asentían con la cabeza. Fue entonces y muy cerca de la malla, pero del lado de afuera, que Thelma escuchó a los encargados del centro darles instrucciones a los adultos mayores.
“Les vamos a poner la primera dosis de la vacuna de AstraZeneca, esto quiere decir que en 12 semanas tienen que volver a ponerse la segunda dosis”, recuerda que escuchó Thelma. Aunque según le comentó su prima, jamás vieron la marca de la vacuna que le pusieron a su tía.
De acuerdo con Julia Barrera, del Ministerio de Salud, la vacuna que se administró durante la semana santa a los adultos mayores fue la de AstraZeneca. Se les administró la vacuna y luego se tomaron datos para coordinar la siguiente visita, la cual según Barrera será en 12 semanas aproximadamente.
Eran las 4:30 y las dos esperaban a escasos 5 metros de la puerta de entrada. Atrás de ellas cientos de adultos mayores, acompañados de sus hijos o solos esperaban en la fila. “Era triste ver a los viejitos con frio y algunos sin comer en la fila, pero había que hacerlo”, se repetía Thelma.
Fue entonces que la prima de Thelma salió acompañada de su madre. “Vistes, ya vacunaron a mi mamá, ahora solo falta la tuya, me dijo muy contenta”, recuerda. Eran las 4:45 y a solo tres lugares de la entrada, el guardia le dio la peor noticia. “Ya no se va atender a mas gente”, y la reja se cerró.
Luego de momentos tensos entre los agentes de seguridad y los familiares de los adultos mayores, Thelma decidió que era demasiado. “Agarre a mi mamá y nos fuimos sin vacuna y molestas”, asegura. Habían perdido tiempo, llevado frio, hambre y todo para nada.
Llevaban unos diez minutos en el Uber, cuando la prima de Thelma le volvió a escribir. “Volvieron abrir, regrésate”, pero ya no confiábamos en el servicio y decidí mejor esperar, recuerda. “No fue gracia lo que nos hicieron, salir a la calle y exponer a mi mamá así no tiene nombre, pero allá ellos y su conciencia”, reclama Thelma.
No sería hasta el lunes, que las autoridades de Salud Pública salieran a dar la cara por lo sucedido. Luego de haber anunciado el inicio de la fase 2, fue la propia ministra quien dijo que no había sido posible comenzar. Según Flores, fueron noticias malintencionadas las que llevaron a la avalancha de adultos mayores a los centros de vacunación. “La difusión de mensajes por WhatsApp en donde se hacían llamados a que los adultos mayores se movilizaran a esos puntos fue lo que apoyo a que la gente acudiera”.
“Quiero pedirle mil disculpas a toda la gente mayor que acudió a los centros de vacunación. Esto realmente es lamentable”, Amelia Flores.
Pero para Thelma y otros adultos el entredicho, la confusión, la mala información y la disculpa no bastan. “Estamos angustiados por nuestros papas y esta gente no puede ni organizarse para hablar y dar instrucciones claras, es el colmo”, reniega Thelma.
Y aunque ahora espera que se de el aviso oficial, la pregunta que le queda a Thelma es: “Si no estaban listos para iniciar con la fase 2, ¿por que fregados comenzaron a vacunar a gente y luego le cerraron la puerta en la cara?”