Doña Rosa, de 54 años, es residente de la Colonia el Maestro en zona 15. En la actualidad, vive a pocas casas del Anexo del Hogar Seguro, pero no todo es bonito cerca de su hogar.
Una agonía, tristeza y desesperación es lo que siente, al igual que muchos de sus vecinos, cada vez que los menores de edad hacen una trifulca.
Es triste en las condiciones infrahumanas que tienen a los jóvenes, pues nosotros como vecinos sabemos que en cada casa hay por lo menos 28 niños. Estas residencias no están diseñadas para esa cantidad de personas.”
Doña Rosa asegura que cada vez que la colonia está tranquila, los jóvenes aprovechan para empezar a molestar y generar incidentes con sus monitores.
El miedo es constante
Los vecinos han notado que, en lo que va del año, han sido por lo menos tres veces las que los jóvenes han empezado a pelear. Tan solo, el Sábado de Gloria los adolescentes aprovecharon para salirse de la casa.
En varias ocasiones, Dona Rosa ha tenido el temor de que alguno de los niños ingrese a su casa por la fuerza y dañe su propiedad.
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Este lugar es una zona residencial y no es para cualquiera. Por ser Colonia el Maestro era para maestros y ahora las personas alquilan su casa a todos”.
Los jóvenes escapan por las paredes
“Nosotros como vecinos constantemente vemos como los adolescentes escapan por las paredes de las casas y no podemos hacer nada, si llamamos a la policía llegan tarde y si se llama a las bomberos dicen que no es su tema”, comenta doña Rosa.
Cuenta que en muchas ocasiones han temido porque algo les pueda pasar, pues el Boulevard Vista Hermosa está muy cerca y corren el riesgo de que los atropellen, lo cual representaría un problema grande.
Gracias a Dios nunca han venido a patear puertas de vecinos o a agredir a personas, pero todos los vecinos tenemos miedo de que pueda cambiar la situación y empiecen a atacar a los vecinos”, comenta doña Rosa.
Las autoridades tardaron en reaccionar y representantes de varias instituciones del Estado y el Procurador de los Derechos Humanos se acercaron al lugar para mediar con los jóvenes. Mientras tanto, los vecinos de la otrora tranquila colonia, vieron imposibilitada su movilidad durante más de seis horas.