“Allá están mis otros hijos y el resto de mi familia”, así relata Patricia Mayorga, madre nicaragüense que tiene más de seis años de vivir en Guatemala.
“Yo vine a Guatemala por trabajo hace seis años, mi hijo menor se vino aquí para poder estudiar en la universidad y tener un mejor futuro”. Patricia Mayorga
Con una mirada de tristeza y de incertidumbre, Patricia comenta que la situación para sus compatriotas cada vez se pone más difícil. “Ayer era la marcha para respaldar a las madres que han perdido a sus hijos, ya van más de 90 muertos”. Francotiradores han sido los encargados de manchar de sangre las calles de Nicaragua, jóvenes con heridas de arma de fuego en la cabeza han muerto por pedirle a su Gobierno un cambio para su país.
“Es una situación muy difícil, el Gobierno no quiere reconocer que la situación está en su contra, ya nadie quiere que siga en el país, todos están hartos de los robos y las injusticias que se le hace al pueblo”, cuenta Patricia.
En Nicaragua no existe la independencia de los poderes, solo hay una voz y es la del dictador Ortega. Los jóvenes el futuro del país como lo mencionan muchos políticos latinoamericanos, no son escuchados, son callados para que la injusticia, corrupción e impunidad siga reinando en los bolsillos de los de arriba.
“Son muy pocos los que están bien, porque el resto de la población está mal. El desempleo sigue subiendo y la pobreza cada vez se hace más grande. “Si no tienes un aval por el Gobierno, no encuentras trabajo. Tus maestrías, posgrados no valen”.
Patricia Mayorga aún tiene dos hijos que viven en su natal Nicaragua. Su hijo estudió fotografía en Guatemala, trabaja para una empresa privada en dicho país, su hija labora en un Call Center, a pesar de ser licenciada en mercadeo y publicidad; y poseer una maestría en Recursos Humanos. “Este es el reflejo de muchos jóvenes, que están tratando de cambiar un sistema que ha estado más de 11 años”.
Michael, hijo menor de Patricia Mayorga, es un joven nicaragüense de 23 años, que actualmente estudia producción audiovisual. Una de las razones que lo hizo venir a Guatemala es para buscar oportunidades, que actualmente no existe en Nicaragua. “Esto se venía venir, son más de 11 años de injusticias y los jóvenes han tomado la iniciativa de seguir la lucha por buscar la libertad de mi pueblo. Ser joven en Nicaragua es muy difícil, especialmente ahorita, puedes ir caminando hacia tu trabajo o donde sea, pasa una patrulla y por el hecho de ser joven y te lleva”, expresa.
Como si fuera los tiempos más difíciles en Guatemala, que tu forma de pensar era un peligro para todo el sistema. Nicaragua, vive su odisea por conseguir la paz, libertad y democracia que tanto han esperado.
“Hace una semana mataron a un conductor y raptaron al copiloto, por el simple hecho que en el carro llevaban una bandera de Nicaragua. Las turbas paramilitares del Gobierno les dieron persecución y dispararon”. “Yo vine a Guatemala para buscar un mejor futuro y lo he visto en la universidad, puedo aplicar a becas en el extranjero, a un trabajo y estar estudiando al mismo tiempo, algo que en mi país cuesta”, indica Michael.
Michael enfatiza que le gustaría regresar a su país para llevar sus conocimientos, compartirlo con más jóvenes y así poder generar un cambio para la sociedad.
“Hay que tomar como ejemplo a Guatemala, cuando ustedes se unieron para derrocar al Gobierno de Otto Pérez Molina, todo fue pacíficamente, la policía nunca salió a disparar a la población, esa es la gran diferencia entre ustedes y mi país”. “Todavía tenemos comida y podemos ir a comprar, porque si no, seríamos la segunda Venezuela”, dice Mayorga
El Gobierno del presidente Ortega no escucha, no hay nadie que lo pare, el que no diga ¡sí señor! Se queda sin trabajo y su familia sufrirá las consecuencias.