El coronavirus puso en problemas al mundo. La posibilidad de contagio tan grande paralizó la mayoría de industrias y causó graves crisis económicas en distintos países. Muchos decidieron cerrar sus fronteras y permanecer en cuarentena para evitar más contagios por el virus.
Sin embargo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este lunes que ya han comenzado a usar las primeras vacunas contra la COVID-19. Esta fue fabricada por la farmacéutica estadounidense Pfizer y BioNTech. La misma fue aprobada el pasado viernes por la Administración de Alimentos y Medicamentos y anunciada por el mandatario como “un milagro médico”.
Según el presidente norteamericano, “la vacuna es 95 por ciento efectiva” y se requirió de una inversión de US$14 billones para acelerar su manufactura en las principales farmacéuticas. “También, invertimos 2 billones en Pfizer para producir 100 millones de dosis con opción a crear otros 500 millones de vacunas”, agregó Trump.
Además, las vacunas se encuentran siendo entregadas a los 50 estados del país por medio de la alianza gubernativa con Fedex y UPS, compañías mensajeras encargadas del envío de los millones de dosis que serán utilizadas primero a personas de la tercera edad, pacientes críticos y médicos en primera línea. Según Pfizer, al menos 25 millones de dosis serán entregadas antes del final de año y cubrirán las dos dosis necesarias para combatir al virus.
La primera persona que recibió la vacuna fue la enfermera Sandra Lindsay del Hospital Jewish Medical Center, en Queens, Nueva York, una de las regiones que más ha sufrido a causa de la pandemia.
Según explicó Trump desde la sala oval de la Casa Blanca, serán los gobernadores quienes tomarán la decisión de dónde irán las vacunas y qué personas podrán recibirla primero. El primer lote enviado por Pfizer cuenta con 2.9 millones de dosis y será entregado a diferentes estados durante las próximas 24 horas.