<strong>Informe sobre las masacres de Sumgait del 27 al 29 de febrero de 1988</strong> imagen

Las masacres contra los armenios tenían como objetivo reprimir mediante la fuerza, la lucha pacífica y democrática del pueblo de Artsaj por una vida libre, segura y pacífica en su patria histórica.

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Del 27 al 29 de febrero de 1988, en respuesta al ejercicio del derecho del pueblo de Artsaj a la autodeterminación por medios pacíficos y legales, derivado de las provocaciones por parte de las autoridades de Azerbaiyán, en la ciudad de Sumgait en la República Socialista Soviética de Azerbaiyán, se cometieron masacres y deportaciones forzadas contra la población armenia.  Resultando en el fallecimiento y lesiones físicas graves de millares de armenios, entre ellos mujeres, niños y ancianos. Al mismo tiempo, miles de armenios fueron desplazados por la fuerza.

Las masacres contra los armenios tenían como objetivo reprimir mediante la fuerza, la lucha pacífica y democrática del pueblo de Artsaj por una vida libre, segura y pacífica en su patria histórica. El inicio de dicha lucha se anunció el 20 de febrero de 1988, tras la decisión histórica tomada por el Consejo de Diputados del Pueblo de la Región Autónoma de Nagorno Karabaj (Artsaj). Misma que fue impuesta por la política de discriminación y represión contra los armenios de Artsaj por parte de la República Socialista Soviética de Azerbaiyán durante décadas.

La violencia y la limpieza étnica derivado del hecho de ser armenio, continuaron en Kirovabad, Bakú y otras ciudades de Azerbaiyán pobladas por armenios. Como resultado, cerca de medio millón de armenios pasaron a convertirse en refugiados, lo que condujo a la expulsión total de armenios de Azerbaiyán.

Casi tres décadas después, Azerbaiyán adoptó la misma política contra el derecho de autodeterminación del pueblo de Artsaj con la intención de resolver el conflicto de Nagorno-Karabaj por la fuerza. La guerra a gran escala desatada contra Artsaj en el 2020, así como sus consecuencias humanitarias demostraron una vez más que los motivos y peligros detrás de la decisión tomada en 1988 siguen siendo relevantes.

Actualmente, Nagorno-Karabaj se encuentra bloqueado por Azerbaiyán por ya más de dos meses y medio. Como consecuencia de lo anterior, se enfrenta a una crisis humanitaria y a la prueba de la limpieza étnica, por lo que resulta imperativo garantizar la seguridad y los derechos de los armenios de Artsaj. Abordar los problemas previamente mencionados es una de las claves para la estabilidad y la paz a largo plazo en la región.

Provisiones:

Las masacres de armenios en Sumgait, Kirovabad, Baku y otras ciudades de Azerbaiyán, fueron planificadas previamente a nivel estatal.

Las masacres de armenios en Sumgait fueron planeadas y organizadas minuciosamente, incluso desde el punto de vista ideológico y psicológico. El 14 de febrero de 1988, el jefe de los órganos administrativos del Comité Central del Partido Comunista de la República Socialista Soviética de Azerbaiyán, M. Asadov, declaró en una reunión de activistas del partido convocada por la oficina del Comité regional de la Región Autónoma de Nagorno Karabaj, que “100,000 azeríes armados están listos para invadir Karabaj en cualquier momento y llevar a cabo una masacre”.

El 22 de febrero, tuvo lugar un incidente de gran escala, cuando una multitud de millares de azeríes ingresó al territorio vecino de la Región Autónoma de Nagorno Karabaj desde la ciudad de Aghdam y se dirigió hacia Stepanakert, golpeando a los armenios y destruyendo edificios de propiedad privada y pública. Cerca de Askeran, unidades policiales y un grupo de armenios de Askeran lograron contener a la multitud, sin embargo, ese día decenas de armenios resultaron heridos y hospitalizados.

El 26 de febrero de 1988 en Sumgait, se llevó a cabo una manifestación organizada por el Comité municipal del Partido Comunista de Azerbaiyán. El evento fue presidido por la segunda secretaria del Comité municipal, Melek Bayramova. La manifestación bajo los lemas anti-armenios continuó al día siguiente. Los oradores, incluidos personajes famosos de la ciudad, exigieron castigar a los armenios y que se tomaran medidas estrictas, “[P]ara matarlos y expulsarlos de Sumgait y de Azerbaiyán en general”. El llamado “Muerte a los armenios” se escuchó en casi todos los discursos. Durante dichos eventos, representantes de las fuerzas de seguridad, se mantuvieron junto a la administración de la ciudad en la tribuna.

Las manifestaciones del 27 de febrero se convirtieron en actos violentos. Si a la primera manifestación a lado del Comité municipal del Partido Comunista de Azerbaiyán de la ciudad de Sumgait asistieron hasta 50 personas, al día siguiente se sumaron miles de participantes.

Cabe destacar que en noviembre de 1988 durante los mítines en Bakú (de miles personas), aparecieron los retratos de asesinos de Sumgait con los lemas “Larga vida a los héroes de Sumgait”.

En vez de condenar a los criminales de Sumgait, estos fueron convertidos en héroes o, como dijo en 1988 el Fiscal General de la República Socialista Soviética de Azerbaiyán, Ilyas Ismaylov “Los culpables quienes (en Sumgait) instigaron a la gente hacer masacres, en este momento son diputados y están en Milli Majlis”: (“Zerkalo”, periódico azerbaiyano, 21 de febrero de 2003). Uno de ellos fue el escritor azerbaiyano, Kheder Aliev, quien fue elegido miembro del Milli Majlis (Parlamento de Azerbaiyán), por parte del gobernante Partido Nuevo Azerbaiyán.

  • La masacre de Sumgait fue organizada, instigada por las autoridades locales, la policía coadyuvó o demostró inacción criminal

Las investigaciones muestran que cientos de azeríes de Sumgait, incitados por el llamado a la violencia, “exaltados” por la distribución gratuita de drogas y alcohol, comenzaron sin obstáculos la invasión y destrucción de las casas de los armenios que habitaban en Sumgait, golpes masivos, asesinatos y violaciones a estos últimos.

Los organismos estatales de la ciudad del Partido Comunista de Azerbaiyán y las fuerzas del orden (encargados de hacer cumplir la ley), no respondieron a los disturbios ni a la violencia pública, de la cual no existía precedentes en la ciudad.

Muchos armenios de Sumgait también testificaron sobre la desconexión de los teléfonos en sus apartamentos, la existencia de listas de apartamentos armenios compiladas por la Oficina de Vivienda a manos de las personas que cometieron las masacres. Así como el rechazo de la asistencia por parte de las fuerzas del orden, Instituciones de la ciudad y Médicas (estos hechos han sido incluidos en materiales de investigación y judiciales). El periódico local “Comunista de Sumgait” más tarde escribió que previo a las masacres se prepararon armas en las fábricas de Sumgait.

El 28 de febrero, un mayor número de personas que llevaron a cabo las masacres salieron a las calles, sin recibir ningún tipo de sanción por parte de las autoridades frente a los actos violentos cometidos contra la población armenia. Muchos de ellos ya poseían varillas de metal, específicamente afiladas, hachas, martillos y otras herramientas caseras. Divididos en grupos de varias docenas de personas, los responsables de las masacres irrumpieron en los apartamentos armenios, los cuales habían sido previamente seleccionados. Las víctimas fueron asesinadas en sus propios hogares, aunque era más común que las sacaran a la calle o a los patios para ridiculizarlas públicamente.

• Otros datos oficiales sobre los fallecidos y daños

Previo a las masacres de armenios en Sumgait, Kirovabad y Bakú, 18,000 armenios vivían en Sumgait, 250,000 en Bakú y 48,000 en Kirovabad. Tras las masacres, las ciudades de Azerbaiyán, una vez pobladas por armenios, fueron completamente vaciadas de armenios, resultando en cientos de víctimas, mientras que medio millón de armenios se convirtieron en refugiados, perdiendo sus propiedades. En cuanto al número de víctimas de la masacre de Sumgait, las autoridades del Azerbaiyán Soviético informaron que 26 ciudadanos armenios fueron asesinados (también 6 azeríes, 32 en total).

Más tarde, en los años 1990-1991, Victor Krivopuskov, funcionario del Ministerio del Interior de la URSS, investigador y jefe del cuartel operativo-investigador del Ministerio del Interior de la URSS enviado a la Región Autónoma de Nagorno Karabaj, escribió en su libro “Rebelde Karabaj” (Мятежный Карабах): “Varios cientos de armenios fueron asesinados en tres días. No se pudo determinar el número exacto de muertos”.

Precisar el número exacto de víctimas resultó imposible por el hecho de que los cuerpos de las víctimas fueron llevados a varias morgues, incluso en Bakú y otros asentamientos.

La impunidad y la glorificación de los perpetradores alientan nuevas atrocidades

Silenciar la verdad sobre la masacre de Sumgait, ocultar su magnitud y sus razones exactas, así como dejar impunes a los verdaderos organizadores abrió el camino para la limpieza étnica en todo Azerbaiyán.

En noviembre de 1988 en Azerbaiyán comenzó la segunda ola de masacres armenias, siendo que la mayor de ellas tuvo lugar en Kirovabad, Shamakh, Shamkhor, Mingechaur. Durante el mismo período, en noviembre-diciembre de 1988, la población armenia de 50,000 habitantes del norte de Artsakh de las estribaciones y montañosas partes de Khanlar, Dashkesan, Shamkhor y Getabek, así como la población armenia de 48,000 habitantes de Kirovabad (Gandzak), fue desplazada. En los años 1988-1990 el pico de persecución, violencia, masacres y asesinatos contra la población armenia en Azerbaiyán se convirtió en la masacre y deportación final de 250,000 armenios en Bakú en enero de 1990.

La impunidad y la glorificación de los perpetradores de las atrocidades y los organizadores de las masacres de armenios de Sumgait y en otras ciudades de Azerbaiyán, pobladas por armenios abrieron el camino para la política estatal de anti-armenianismo seguida por las autoridades azerbaiyanas al más alto nivel

Hoy en día, la política de anti-armenianismo se mantiene por las actuales autoridades azerbaiyanas․ El comandante del destacamento que llevó a cabo la masacre contra la población de Maragha, Tagiev Shahin Taliboglu, en 1992 se ha convertido oficialmente en el primer héroe nacional de Azerbaiyán. Tras ser extraditado de Hungría en 2012, el asesino Ramil Safarov se convirtió en héroe en Azerbaiyán. Los militares de las Fuerzas Armadas de Azerbaiyán, quienes, en 2016, durante la agresión de abril, asesinaron y mutilaron los cuerpos de ancianos y soldados cautivos decapitaron a Kyaram Sloyan, un militar del Ejército de Defensa de la NKR y a dos de sus compañeros de armas, al estilo de ISIS, recibieron honores por el presidente de Azerbaiyán.

Las atrocidades masivas de la parte azerbaiyana contra los armenios se repitieron durante la guerra a gran escala desatada el 27 de septiembre de 2020 contra el pueblo de Artsaj

La guerra a gran escala librada por Azerbaiyán contra Artsaj y su población el 27 de septiembre de 2020, estuvo acompañada de crímenes similares contra la identidad armenia. A diferencia de que los asesinatos de civiles no fueron llevados a cabo por una turba controlada, sino por soldados de Fuerzas Armadas de Azerbaiyán, lo que fue transmitido y mostrado por Internet.

Durante la guerra de 44 días, las Fuerzas Armadas de Azerbaiyán, guiadas por numerosos precedentes de impunidad, cometieron diversas violaciones al Derecho Internacional Humanitario, inclusive atrocidades masivas, la limpieza étnica, crímenes de guerra, trato inhumano de prisioneros de guerra armenios y civiles, destrucción barbaría de los monumentos históricos y culturales armenios y profanación de los santuarios.

Durante la agresión de 2022 contra el territorio soberano de la República de Armenia, los videos difundidos por los azerbaiyanos documentan los crímenes de guerra cometidos por las fuerzas armadas de Azerbaiyán: ejecuciones extrajudiciales de prisioneros de guerra armenios, tortura de militares armenios, incluida de las mujeres y casos de profanación de cadáveres.

Los casos de destrucción del patrimonio histórico-cultural-religioso armenio, la distorsión de la identidad y el vandalismo son pruebas vívidas de las aspiraciones azerbaiyanas de eliminar la huella en la patria histórica de los armenios

Incluso hoy, en las áreas pobladas por armenios de Nagorno-Karabaj, las cuales quedaron bajo el control de Azerbaiyán, las autoridades azerbaiyanas continúan con la política de vandalismo y destrucción del patrimonio histórico, cultural y religioso armenio.

Entre los casos documentados de vandalismo de destrucción del patrimonio histórico-cultural-religioso armenio en los territorios bajo el control de Azerbaiyán, el 3 de febrero de 2022, el Ministro de Cultura de Azerbaiyán, Anar Kerimov, anunció el establecimiento de un grupo de trabajo para destruir y cambiar la identidad de los monumentos religioso-históricos y culturales armenios.

La creación de tal estructura a nivel estatal para apropiarse deliberada e ilegalmente del patrimonio histórico y cultural del pueblo vecino, para despojarlos de su memoria histórica, no tiene precedentes en la historia de los conflictos. Lo anterior, demuestra una vez más que los casos de vandalismo y destrucción del patrimonio histórico, cultural y religioso armenio en Nagorno Karabakh durante la guerra de 44 días y en el período siguiente, son intencionales y planificados, formando parte de la política de privar a su población armenia nativa de Nagorno Karabakh.

● Reacciones de estructuras internacionales

El 7 de julio de 1988, el Parlamento Europeo adoptó una resolución que establece que “el deterioro de la situación política, que ha llevado a pogromos contra armenios en Sumgait y graves casos de violencia en Bakú, amenaza la seguridad de los armenios que viven en Azerbaiyán”. La resolución solicitó a las autoridades soviéticas que garantizaran la seguridad de los 500,000 armenios que vivían en el Azerbaiyán soviético en ese momento y que se aseguraran que quienes incitaban o participaban en pogromos contra armenios fueran declarados culpables y castigados de conformidad con las leyes de la URSS.

El 14 de marzo de 1991, El Parlamento Europeo adoptó otra resolución referente a las masacres de armenios en Sumgait y Bakú. La resolución sobre el “bloqueo de Armenia y la situación de los derechos humanos allí” establece que “300,000 armenios que huyeron de Azerbaiyán (pogromos de Bakú y Sumgait) se encuentran en la pobreza extrema y necesitan ayuda inmediata”.

Hechos:

• Información fáctica general

Hay información fáctica, fotos, archivos, entrevistas con testigos presenciales y refugiados, testimonios y recuerdos de la masacre de febrero de 1988 en Sumgait. La información está disponible en las páginas web: karabakhrecords.info y sumgait.info.

Los libros en dos partes “La tragedia de Sumgait en los testimonios de testigos oculares” (Primer Libro, Segundo Libro), preparados con base en los testimonios de testigos presenciales de los hechos de la masacre Sumgait.

De igual manera, hay testimonios en el libro “Sumgait. Hablan testigos azerbaiyanos” (Libro), que presenta extractos de la acusación en el caso penal №18 / 60232-88.

También hay “Sumgait. Libro-diario del litigio”  libro-diario, testimonios de personajes públicos y políticos”, “SUMGAIT… GENOCIDIO… ¿GLASNOSTY?” colección.

En 2012, “Genocidio ordinario. Sumgait, febrero de 1988” película documental-fáctica.

En 2018, “Sumgait. Generación asesinada” película documental-fáctica.

• Casos judiciales

La Fiscalía de la URSS había abierto casos penales en relación a los hechos de Sumgait. El grupo de investigación conjunto de las fuerzas del orden de la URSS estaba encabezado por el investigador de casos de mayor relevancia de la Fiscalía de la URSS, V. S. Galkin. El grupo incluía 181 personas, entre ellos 20 investigadores azerbaiyanos. Según los resultados del juicio, de un gran número (más de mil) de las personas que perpetraron las masacres, únicamente unas 90 fueron procesadas, en su mayoría adolescentes y jóvenes, siendo acusados de asesinato, violación, golpeos graves y otros delitos. En todos los casos, sus acciones estuvieron motivadas por “motivos gamberros”.

Por decisión de la Fiscalía de la URSS, la cual fue acordada con los líderes del país, no se llevó a cabo ningún proceso judicial general conjunto. El caso de los delitos con “motivos gamberros” se dividió en 80 episodios. La fragmentación del caso y toda la organización del proceso de investigación excluyó deliberadamente la búsqueda, detección y enjuiciamiento de los verdaderos organizadores e instigadores de los crímenes. Todos, menos uno de los juicios, tuvo lugar en Bakú y Sumgait, aunque los casos fueron bajo las jurisdicciones de los tribunales regionales de la República Socialista Federativa Soviética de Rusia.

Sólo el acusado, A. Ahmedov, fue condenado a la pena de muerte, no obstante, aún se desconoce si se cumplió la condena. La mayoría de los perpetradores fueron condenados a penas cortas de prisión y pronto fueron puestos en libertad.

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