Los bomberos del país todos los días se encuentran en sus estaciones atentos cuando suena la alarma, se ponen su uniforme y salvan la vida de los guatemaltecos. Ser bombero es una profesión arriesgada y ahora se agrega estar en medio de una pandemia. En estos momentos ellos juegan un papel importante.
Un chapín entre tantos héroes sin capa
Herver Conrado Díaz pertenece desde hace 16 años a los Bomberos Voluntarios, de la Estación Central en la 1a. Av. 18 calle, zona 3, en el departamento operativo, como fuerza activa.
Desde su niñez le gustaba saber todo de los bomberos. Miraba cuando ellos salían enfrente del parque de Mixco, donde reside actualmente, a escuchar las sirenas y ver las luces, ya que a él le parecía cada vez más interesante la profesión, así que decidió formar parte del cuerpo de socorro. Con el paso de los años poco a poco fue ascendiendo hasta llegar a Caballero Bombero Voluntario de Primera Clase.
Pero desde que inició la COVID-19 su vida ha sido afectada. Díaz dijo que observó cómo la enfermedad afectaba en otros países e intuyó que algo estaba mal, que no era una gripe normal. Con sus compañeros se prepararon, averiguaron sobre el virus y sus consecuencias.
“No es fácil llevar esta profesión y mi miedo más grande es contagiar a alguien de mi familia. Uno de mis hijos es asmático, otro tiene problemas cardiovasculares y mi mamá es diabética, así que no puedo contagiarlos”, contó Díaz.
¿Cómo vive un bombero cuando lo llaman para atender un caso de contagio?
Díaz relató que llevar personas contagiadas le atemoriza. Muchas llaman al 1540 para anunciar posibles contagios, luego el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) envía a personal médico a examinarlas en sus casas y si estas dan positivo al examen, las dejan en cuarentena; sin embargo si empeoran, el ministerio se encarga de mandar una notificación a la estación de los Bomberos Voluntarios para llevar a cabo el traslado al IGSS, Parque de la Industria, el HGSJD, entre otros. Herver indicó que ha llevado a aproximadamente diez personas infectadas a los hospitales.
¡Es momento de trabajar!
Nada detiene a los cuerpos de socorro, se ponen sus mejores trajes, lentes, equipos especiales y mascarillas, se protegen porque temen contagiarse, este protocolo que realizan es apegado a las órdenes del Ministerio de Salud. Todos los hospitales tienen su área especializada para personas contagiadas de COVID-19. Cuando llegan al hospital correspondiente, les preguntan si llevan a alguien específicamente con este virus para atenderlo de inmediato, ya confirmado lo pasan a la sala de espera y le toman los datos personales.
“Como ser humano, bombero, padre, guatemalteco, es triste. En Guatemala aun teniendo campañas del gobierno y empresas, hay personas que piensan que es una simple gripe y no le dan la debida importancia. Lastimosamente, el motivo de este problema es que mucha gente desconoce cómo es este padecimiento. Esto da miedo, pero no me detiene y enfrento la situación”, comentó Díaz.
Herver indicó que lo mejor es extremar las medidas para auxiliar a las personas, además, que siempre al llegar a su casa y tener contacto con la familia, trata de no ser un portador más, por ello realiza todos los pasos de desinfección y protección. Agregó que en la estación tanto él como sus compañeros se limpian con amonio cuaternario y en la ambulancia cuando llevan pacientes se desinfectan.
“Vamos con buen pie, lo que falta es que la gente tome conciencia de todo esto, no es lo mismo verlo que vivirlo. Cuidémonos, intentemos ser responsables, porque todo está en nosotros no en el gobierno. Debemos poner nuestro granito de arena, ser conscientes para no pensar solo en nosotros, sino también en los demás y en nuestras familias. Lo económico es duro por la crisis, causa mucha incertidumbre y temor, pero debemos pedirle a Dios y tener fe de que saldremos adelante”, finalizó Díaz.