Héctor Meza es un médico que tiene 15 años de ejercer. Se graduó de un colegio en zona 1, lugar donde conoció a Víctor, quien había sido su amigo desde esa época hasta que una mentira puso la amistad a prueba.
Víctor no pudo seguir en la universidad, pero había sacado un técnico en mecánico automotriz, por lo que era el responsable de cuidar los carros de todos sus amigos. Uno de los más leales era Héctor, pues sus otros amigos se enojaban porque les cobraba muy caro.
Héctor decidió que seguiría apoyando a su amigo, pues era su fuente de ingresos. Le ayudó a colocar un taller, lo recomendó con sus conocidos y hasta con sus pacientes; él buscaba que su amigo de la adolescencia tuviera mejores fuentes de ingresos.
Con esto, el negocio de Víctor también empezó a subir; cada vez iban más personas a buscarlo y tenía más trabajo.
Héctor decidió comprar una camioneta, pero la traería de Estados Unidos porque era más barata; además, para que su amigo de confianza la pudiera arreglar, pero ese fue el inicio de la ruptura de la amistad.
El costo de la camioneta, ya con todos los repuestos y arreglos, tenía que costar aproximadamente Q150 mil.
Al llevarle la camioneta a Víctor, él dijo que sí salía eso y que garantizaba que la camioneta iba a quedar bien con los repuestos originales y con todo lo que necesitaba, con el fin de que quedara en óptimas condiciones.
Pasaron dos meses hasta que la camioneta estuvo lista. A Héctor se la entregaron hasta con moña y así poder mostrarla; sin embargo, al subirse y probarla se dio cuenta de varias cosas. La primera es que hacía un ruido como que si algo se le fuera a caer; aparte, también tenía otro sonido en la parte de atrás, no le funcionaban las luces y tampoco el aire acondicionado.
Cuando Héctor le preguntó a su amigo, este le dijo que se lo arreglaría pero que para ello tenía que pagar más dinero. Él le dijo que estaba bien, pero que no tenía tanto.
Al llevarle la camioneta otra vez a Héctor, Víctor le dijo que la probara. Efectivamente, ya estaba bien; se sentía en confianza y estaba emocionado, pero cuando escuchó el costo rápido se le bajó la emoción. El total era de Q10 mil. Héctor no podía creerlo, pues era mucho dinero y él no lo tenía todo.
Héctor le dijo que no tenía esa cantidad de dinero y a pesar de ello, Víctor empezó a exigirle que le pagara.
Las molestias empezaron a crecer, pues ahora los amigos ya no eran tan amigos y lo que quería era el dinero cuanto antes.
La camioneta empezó a darle problemas a Héctor y decidió llevarla a otro taller. Allí le dijeron que los repuestos no eran originales y tampoco nuevos, sino que eran reconstruidos y no de tan buena calidad.
Héctor se molestó muchísimo y le fue a reclamar a su amigo, indicándole que todo lo que le había hecho a la camioneta no subía más de Q15 mil y él había cobrado casi Q30 mil.
Él estaba sumamente molesto, pues su amigo de confianza le había cobrado demás y había hecho un mal trabajo.
Héctor lo denunció en la DIACO y la queja aún continúa.
La Diaco ha recibido, por lo menos, 10 denuncias contra mecánicos en la ciudad en lo que va del año.