En un despliegue de cultura y tradición, Guatemala se vistió de gala durante la Semana Santa de 2024, atrayendo la atención mundial con sus celebraciones profundamente arraigadas y reconocidas por su valor cultural inmaterial. El Instituto Guatemalteco de Turismo (Inguat), en una reciente divulgación, compartió cifras que revelan un vibrante panorama del turismo durante este periodo sagrado, mostrando no solo la belleza de sus tradiciones sino también el significativo impacto económico y social que estas representan para el país.
Un Vistazo a las Cifras: Turismo en Ascenso
La Semana Santa de 2024 marcó un hito para Guatemala con una asistencia récord que sobrepasó los tres millones de visitantes. Este año, específicamente del 25 al 31 de marzo, las calles de Guatemala cobraron vida, siendo Antigua Guatemala el corazón de las festividades que unieron a más de 3.2 millones de almas en una mezcla de fe, cultura y tradición. Entre estos, destacaron más de cien mil visitantes extranjeros, atraídos por las procesiones y actividades reconocidas por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Este notable incremento no solo refleja el atractivo turístico del país, sino también un crecimiento del 5% en el turismo interno comparado con el año anterior, mostrando un interés renovado y creciente de los guatemaltecos por explorar y redescubrir las riquezas de su propia tierra.
Impacto Económico: Una Bendición para el País
Más allá de la riqueza cultural, la Semana Santa trajo consigo una significativa derrama económica, evidenciando un crecimiento del 6.1% respecto al año anterior. Los Q2,683,700,000.00 (dos mil seiscientos ochenta y tres millones setecientos mil quetzales) recaudados reflejan no solo el flujo de turistas sino también la inversión en hoteles, restaurantes, comercios y otros servicios, beneficiando a una amplia gama de la población tanto en el ámbito formal como informal.
El Corazón de la Celebración: Antigua Guatemala
Antigua Guatemala, con su rica historia y arquitectura colonial, se consolidó una vez más como el epicentro de las celebraciones de Semana Santa, atrayendo a más de un millón de visitantes. La ciudad se transformó en un lienzo vivo, adornado con alfombras coloridas y procesiones que narran visualmente la pasión y resurrección de Cristo.
No obstante, el encanto de Guatemala durante esta temporada se extendió más allá de Antigua, con lugares como Retalhuleu y sus parques temáticos, así como las bellezas naturales de Atitlán, Quetzaltenango y las playas del Pacífico, capturando la atención de cientos de miles.
La Semana Santa de 2024 no solo reafirmó la riqueza cultural de Guatemala ante los ojos del mundo, sino que también demostró ser una fuerza motriz para el desarrollo económico y turístico del país. A medida que Guatemala continúa abriendo sus puertas y corazón, queda claro que su tejido cultural y hospitalidad son imanes poderosos para visitantes nacionales e internacionales, asegurando un futuro brillante para el turismo en el país.