El 8 de octubre, las fuerzas armadas de Azerbaiyán lanzaron ataques aéreos a la obra maestra de la arquitectura armenia, la Catedral del Santo Salvador de Ghazanchetsots, ubicada en la capital cultural de Artsaj, Shushi, que provocó daños importantes.
Según el comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República de Armenia citó: “Este es otro crimen que revela la esencia inhumana del liderazgo político-militar de Azerbaiyán. Sin embargo, esta acción encaja plenamente en su política de armenofobia desarrollada durante décadas”.
Según la Organización de Naciones Unidas (ONU) al menos 53 civiles han perdido la vida en el marco de los enfrentamientos
Es preciso recordar que atacar sitios de culto religioso y a monumentos culturales es un crimen de guerra consagrado por el derecho internacional y cuya responsabilidad no tiene plazo de prescripción.
Ayer mismo, el parlamento Europeo condenó cómo actuó Azerbaiyán y apoyó el derecho del pueblo de Artsaj de autodeterminación. Más de 60 diputados se mostraron a favor y solo 3 en contra. Justamente ayer, también la alcaldía de Ginebra tomó la decisión de reconocer el derecho de autodeterminación de los armenios de Nagorno Karabaj.
Y determinó que era la única garantía para la sobrevivencia física. Además, pidió a las autoridades suizas congelar los millones que la tiranía azerbaiyana tiene ahí.
Para dar la noticia apegada a la realidad, RelatoGt contactó con Haik Hakobian, encargado de Negocios de la República de Armenia en México y esto recabamos:
Contexto histórico en corto
Todo inicia con el conflicto territorial entre Armenia y Azerbaiyán por la región denominada como Nagorno-Karabaj, poblada en su mayoría por armenios, en un 80 por ciento. En esa región hay monasterios que tienen cientos de años de existir, algunos de ellos datan del siglo cuatro, cuando Armenia adoptó el cristianismo como religión estatal (que fue el primer país en hacerlo en el mundo). A lo largo de la historia ha sido un lugar habitado mayoritariamente por armenios.
Después de la creación de la Unión Soviética pasó a ser parte de la Armenia Soviética. Por decisión unilateral del dictador soviético Stalin, en 1921 esta región fue otorgada a Azerbaiyán, sin consenso alguno. Con el paso de los años llegó la democratización de la Unión Soviética y fue momento en el que los armenios habitantes de la región Nagorno-Karabaj se independizaron de Azerbaiyán. Se hizo un referendo, de acuerdo a la ley y el 99 por ciento de la población votó a favor de la independencia. Después de eso, los azeríes (pueblo turco) desataron una guerra con el motivo de la limpieza étnica de la localidad de Armenia de Nagorno Karabaj. La autodefensa evitó un genocidio.
Ya para 1994, se firmó un acuerdo de cese al fuego. Se firmó por las tres partes: la república de Armenia, la república de Azerbaiyán y las autoridades de la República de Nagorno Karabaj. Desde entonces, todo acuerdo se lleva desde la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).
Para toda negociación cuenta con el apoyo de tres países: Rusia, Estados Unidos y Francia. Es el único formato en todo el mundo donde tres países cooperan de forma penetrante.
El ataque que rompe la paz
El 23 de septiembre, Azerbayán, con la ayuda de Turquía, inicia un ataque masivo contra la población armenia de Nagorno Karabaj, con la meta principal de eliminar al pueblo armenio de ahí. Lo que también buscan en realidad es recuperar ese territorio. Para Azerbaiyán la cuestión es de tierra, para los armenios es cuestión de vida o muerte.
Hoy, la batalla continúa. Hace 6 días, vieron que al no tener éxito de los campos de batalla, los azeríes, con involucramiento directo de Turquía, comenzaron a bombardear las ciudades de Nagorno Karabaj y el saldo solo es destrucción.
¿El origen es religioso?
Históricamente, los azeríes han hecho creer que el origen de la problemática es religioso, sin embargo, nada tiene que ver este tema, pues en la región se comparten creencias y, más importante aún, se respetan las diferencias. Si fuera religioso, los armenios que habitan en Irán (donde sí hay diferencias religiosas) habrían tenido algún problema ya. Pero, hasta la fecha todo se lleva en paz. El tema no es religión sino territorio.
¿Por qué atacar la principal catedral de la región?, ¿por qué ensañarse con la religión?
El ataque ocurrido el 8 de octubre fue planeado para llamar la atención. Los atacantes dieron un lapso de descanso y en ese momento se acercaron los periodistas al lugar, ya que se encontraban ahí recabando información y atacaron nuevamente. Cuatro periodistas extranjeros resultaron gravemente heridos. En este ataque dos mujeres rusas y unos días antes dos periodistas franceses.
Este ataque podría haberse dado en respuesta a los avances políticos que ocurren en la región con la comunidad internacional que acepta a Azerbayán como victimario y a Armenia y a Nagorno Karabaj como víctimas del terrorismo.
Terrorismo campeante
Estas agresiones han acercado a terroristas turcos de Libia y Siria a la región.
Serguéi Naryshkin, director del Servicio de Inteligencia Extranjera de Rusia, confirmó a la Agencia Estatal rusa TASS, la presencia de militantes de grupos terroristas, entre ellos del grupo Jabhat al-Nusra, que fueron enviados a la zona del conflicto de Nagorno Karabaj.
Naryshkin está seguro de que Karabaj corre peligro de convertirse en un nuevo trampolín para grupos terroristas y existe el riesgo de que los militantes entren por ahí a la Federación Rusa.
Según Hakobian: “Esta guerra es aún más grave porque se involucra a Turquía en la región. Turquía intenta hacer lo mismo que estaba haciendo en Siria y Libia de la mano de terroristas y mercenarios. Busca ubicarse en esta región para tener una influencia, incluso poder entrar a territorio de otros países”.
“Azerbayán compró armas turcas e israelíes, los drones son israelíes. Los países se escudan diciendo que son negocios y eso no es un negocio. Los países tienen que poner firmemente los límites entre la humanidad y el negocio. Si vendes armas a Azerbaiyán y sabes contra qué país y contra qué pueblo los va a usar, eso no es un negocio es promover la muerte”.
La guerra no se centra solo en los ataques militares. Es una guerra antiterrorista. Ahora mismo, las fuerzas de Armenia se han unido con las de Nagorno Karabaj para defender, primero la vida y luego el territorio.
Iconoclasia
No hay motivo para un ataque como este, incluso pareciera errático, por tanto, la embajada Armenia en México concluye que podría ser una forma en la que Azerbaiyán busca llamar la atención. “Con actos terroristas piensan que podrían generar algún tipo de pánico. Tal vez hacer el mayor daño posible. Eso no tiene ninguna lógica militar. Es un acto terrorista”.
“Están actuando del mismo modo que actuaron los terroristas en el Medio Oriente cuando destruyeron Palmira que era Patrimonio de la Humanidad y que ya no existe”, concluyen.
Mensaje al mundo
La embajada de Armenia en México explica que su mensaje es a la comunidad internacional: “No pueden seguir haciendo declaraciones equilibradas y pedir cese de fuego, si los armenios cesan el fuego es pedirles que acepten que los maten”.
La comunidad internacional lo único que puede hacer el reconocer el derecho del pueblo armenio de Nagorno Karabaj para su autodeterminación como país independiente, pues es la única forma en la que se puede garantizar la estabilidad física en el territorio. Olvidar a Armenia en estos momentos sería abrirle la puerta al terrorismo en toda la región y poner en peligro a muchos países.
“El llamado es para todos aquellos países que tengan lazos económicos muy fuertes con Turquía y Azerbaiyán, a que paren las relaciones económicas. Especialmente las relacionadas al petróleo, pues eso les afectaría de inmediato”.
Aunque, Armenia no cuenta con los recursos que le da el petróleo a Azerbaiyán, sus fuerzas las compensen como una unión nacional. “No permitiremos otro genocidio como el que hicieron los turcos en 1915 – 1919. Ya no somos gente para que nos maten en los desiertos, vamos a luchar hasta el final. No lo vamos a permitir nunca más”.
¿Cómo ayudar?
Existe un fondo famoso nacional en Armenia que recientemente se ha abierto para recaudar dinero para la República de Artsaj (Naburno-Karabaj), llamado “Fondo nacional de Armenia” al cual puedes acceder dando click aquí.
“Hago un llamado a los armenios en Guatemala a hacer las aportaciones en el Fondo Nacional de Armenia para ayudar a esta lucha justa contra el terrorismo, la barbarie, la tiranía y contra las limpiezas étnicas”.
Haik Hakobian explicó: “Armenia está unida y no vamos a permitir que nos maten. Vamos a luchar hasta lo último de una nación tan unida que nunca se puede vencer. Guatemala que tuvo un conflicto armado de 30 años, sabe muy bien el valor de la vida pacífica y el valor de la vida humana. Pedimos ayuda”.