Las tormentas tropicales de Eta y Iota a su paso por Guatemala generaron una serie de catástrofes naturales en distintos departamentos del país, en especial en Alta Verapaz. En este lugar, se reportaron muertos, heridos y desaparecidos por los daños provocados por las lluvias. Según la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (CONRED), ambos fenómenos provocaron que aún haya más de 99 mil personas en albergues no oficiales.
La lluvia y la crecida de ríos ocasionaron sobrecarga hídrica en el suelo, lo cual provocó inundaciones, deslizamientos en las montañas y destrucción de la infraestructura privada y pública. Muchas viviendas quedaron soterradas o inundadas y otras más fueron llevadas por las torrentes, dejando a familias en la desolación.
En Alta Verapaz, el crecimiento de ríos ocasionó, además de serios daños a la infraestructura y pérdidas materiales, heridas físicas y morales en muchas personas. Desde el inicio de la catástrofe, la Fundación Miguel Torrebiarte movilizó a sus colaboradores con el objetivo de apoyar a los gobiernos central y municipal en la evacuación de personas en riesgo, además de cubrir necesidades puntuales en los albergues.
“Fundación Miguel Torrebiarte hizo un plan de emergencia con las necesidades de los albergues, diseñar un plan de voluntariado, realizar entregas inmediatas y con aliados estratégicos” afirmó Marleny Aquino, directora ejecutiva de la fundación.
Aquino reveló las estadísticas de la ayuda que logró brindar la Fundación Torrebiarte a los diferentes municipios de Alta Verapaz. “Se lograron ayudar a muchas personas gracias también a las alianzas con municipalidades de Cobán, San Cristóbal, Santa Cruz, Senahú, Grutas del Rey Marcos, así como entidades como Courban, Calzado Cobán, AgroCobán, Convenio Santo Domingo y personas altruistas.”
Durante la ayuda, hasta 2 mil 898 personas en Cobán lograron ser ayudadas. Otras 4 mil 461 consiguieron suministros y apoyo en el resto de Alta Verapaz.
“Se dieron 1 mil 432 kits de higiene, que contaban con pasta dental, cepillo de dientes, jabón de baño, 4 rollos de papel, y paquetes de toallas húmedas y sanitarias. También logramos apoyar a 1 mil 147 kits de alimentación con incaparina, arroz, frijol en lata, maseca, aceite, sardinas, café, mosh, harina de haba, leche en polvo, fideos y sopas” agregó Aquino.
El frente frío y la catástrofe dejó sin un lugar para poder pasar las noches. Ante las evacuaciones de cientos de personas hacia albergues, la necesidad de implementos como colchones se volvieron fundamentales. La fundación consiguió entregar 845 frazadas, 718 colchonetas, 49 artículos de ropa y zapatos y hasta 500 toallas. “También entregamos 693 botellas de agua pura, mil mascarillas, 101 kits de medicamentos con Ibuprofeno, antidiarreico, jarabe para la tos, acetaminofén, antigripales y desparasitantes.
Camino a la reconstrucción
La Fundación Miguel Torrebiarte anunció también que continuará su apoyo durante el retorno de los miles de afectados a sus viviendas cuando estén listas para ser habitadas. “Estamos realizando un plan de apoyo para damnificados para dotarlos por algunas semanas de alimentos básicos, ecofiltros, colchonetas.
“Buscamos continuar con el legado de conciencia social hacia la comunidad y colaboradores. Somos parte de la comunidad, hay confianza y agregamos valor a los vecinos y trabajamos con buenos aliados. Nuestro enfoque es la salud y la educación para mejorar la calidad de vida en la región de Alta Verapaz” aseguró Aquino Aquino. Por otro lado, una de las mayores preocupaciones en Alta Verapaz fue el daño a la agricultura. Hasta 105 mil 205 personas sufrieron la destrucción de sus cultivos tras el paso de ambas tormentas. ¿Crees que más entidades deberían sumarse a seguir brindando ayuda a los afectados por Eta e Iota?
