Día a día son muchos los que salen de su casa y no regresan: por imprudencia, por una luz en rojo que se atraviesan, por los frenos que no responden, por tomar una curva equivocada o por la impertinencia de otros.
Uno de los accidentes más fatales que han ocurrido en los últimos días fue el que dejó 14 víctimas mortales, en el cantón La Zeta, Chiantla, Huehuetenango. Una camioneta, en la que viajaban 10 personas, cayó en un barranco de aproximadamente 300 metros de profundidad. Nadie sobrevivió.
Según Provial, los 157 accidentes automovilísticos registrados en lo que va del año han dejado 169 lesionados y 17 muertos.
Hace dos años, Laura Guzmán sufrió un accidente automovilístico en el bulevar Liberación: “Me quise pasar en amarillo y no me dio tiempo de frenar. Choqué contra otro carro y lo único que recuerdo es que mi rostro golpeó con el timón”.
Una fractura en la pierna, varias lesiones y una deuda con el dueño del otro vehículo fue el costo de su “pequeña osadía”.
Datos
De acuerdo con estadísticas del Observatorio Nacional de Seguridad del Tránsito (ONSET), el 71 por ciento de las víctimas de hechos vehiculares son hombres y el 29 por ciento, mujeres. La mayoría de los hombres afectados tienen entre 18 y 35 años de edad.
Entre las carreteras con más incidencia de accidentes están la Bajada Las Cañas, ruta a Antigua Guatemala, Sacatepéquez, y el descenso de San Lucas Sacatepéquez. Asimismo, el tramo conocido como la Vuelta del Chilero, en ruta a El Salvador.
Factores
• Sobrecarga en los automotores.
• Cansancio de los pilotos.
• Conducir en estado de ebriedad.
• Manejar a exceso de velocidad.
• No respetar las señales de tránsito.
• Usar el celular mientras se conduce.
“Cuando un bus va sobrecargado y además viaja con exceso de velocidad, al momento de tomar una curva hace que colapsen los resortes de las plataformas y vuelca”, explica Carlos Mérida, chofer retirado de unidades colectivas.
“Cuando era chofer, mi ruta era hacia San Marcos. Viajaba todos los días y con mi ayudante hacíamos, a veces, hasta dos viajes en una sola jornada. Manejar de noche es delicado. Recuerdo una vez que íbamos pasando Xela, eran como las ocho de la noche y había mucha neblina, cuando en una de las curvas me ganó el sueño y casi nos vamos al barranco, pero logré controlarlo”, relata Mérida.
ONSET reveló que el 42 por ciento de las víctimas mortales en accidentes de tránsito eran acompañantes de motoristas. No portaban casco.