Desde diciembre de 2015, la FIFA metió las manos en el fútbol nacional, cuando colocó un Comité de Regularización que reorganizaría a la FEDEFUT tras conocerse un escándalo de corrupción en el que estuvo involucrado el expresidente Bryan Jiménez y otros secuaces.
La travesía resultó más tediosa de lo esperado. Desde aquel momento a la fecha, hemos pasado por varios fallidos comités ejecutivos, dos cambios al artículo 98 de la Ley Nacional para el Desarrollo de la Cultura Física y del Deporte, pugnas por el poder y muchos dimes y diretes que mantienen al margen la participación de las selecciones y clubes nacionales del panorama mundial.
Finalmente FIFA y Concacaf enviaron hace pocos días una delegación a Guatemala, para conocer (muy por encima) la realidad del balompié nacional y nombrar a un nuevo grupo de trabajo. Juan Carlos Ríos será el presidente.
Erick Ovalle, abogado y asesor legal involucrado en temas deportivos, no aprueba el proceso que se llevó a cabo desde el primer día y ha sido crítico asiduo…
Desde el principio no fui partícipe de que Guatemala modificara la Ley del Deporte. Era completamente innecesario. Por ejemplo, en España se rigen de forma similar; existe el Consejo Superior del Deporte que funciona, entre comillas, como la CDAG en Guatemala. Tienen un Tribunal de Arbitraje que emite resoluciones y hay injerencia a nivel gubernamental. Solo debíamos apelar ante el TAS de Suiza para que revocara la suspensión a Guatemala.
Estas medidas se tomaron como patadas de ahogado, por desconocimiento, miedo y claro los temas políticos. Querían quedar bien con todo el mundo y debemos entender que FIFA tampoco es el mejor ejemplo de ética y moral.
Guatemala regresará al ámbito internacional pronto, pero el problema es quién llegará a la Comisión. Pasó Óscar Arroyo, Bryan Jiménez, Adela de Torrebiarte, Jorge Véliz; no pasó nada, ni pasará con el fútbol nacional. Deben limpiar las ligas, están llenas de corrupción.
Otro tropiezo
Mientras, la fanaticada se enfoca en lo que pasa entre FIFA, Concacaf y Fedefut; sus altas, bajas, amores y desazones, quiénes llegan y se van, hay una nueva tela de araña que se está tejiendo con fuerza por debajo de la mesa.
José Pablo González (Asistente de compras), Edgar Ernesto Arango (Asistente de Asociaciones Departamentales) y Víctor Manuel Marroquín (Encargado de vehículos) se han organizado para crear un sindicato de trabajadores.
¿Qué es un sindicato?
Es una asociación creada para defender y promocionar los intereses de las y los trabajadores. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha adoptado varios convenios que convierten la conformación de estos grupos en un derecho de todas y todos.
En Guatemala, el Ministerio de Trabajo ha regulado los pasos que se deben realizar para modelar de manera “oficial” un sindicato.
Primer paso: presentar documentos para la inscripción y obtención de personalidad jurídica
Una solicitud dirigida al Director General de Trabajo; adjuntando también un acta que constituye la Asamblea General del sindicato; conformar un proyecto de estatutos o reglas que lo rigen y pedir al Inspector General de Trabajo, con una carta, la inamovilidad de sus miembros. Necesitan como mínimo, 20 firmas.
Segundo paso: elección de órganos directivos y trámite para extensión de credenciales
Luego de lograr obtener las firmas necesarias y enviar la papelería requerida en el primer paso, deben hacer una nueva solicitud al Director General de Trabajo, argumentando que la primera etapa fue concluida con éxito. Deben presentar un acta de la Asamblea General extraordinaria para elección de miembros directivos y un aviso a la Inspección General de Trabajo para que sus integrantes gocen de inamovilidad.
¿Se dieron cuenta que hablé de inamovilidad varias veces? Esa palabra es clave en toda esta situación. ¿Por qué?
Trabajadores de la Fedefut, que prefieren mantener el anonimato, aseguraron a Relato que los organizadores de este sindicato ofrecen de manera condicionada, plazas fijas por una firma.
Esto quiere decir que FIFA tiene dos opciones en primera instancia: dar el visto bueno a los actuales ocupantes de las plazas sindicalizadas y unirse en un mismo objetivo laboral o duplicar las plazas y salarios para introducir a su propio personal seleccionado, afectando la economía de la Fedefut y la toma de decisiones, entre otros.
La fuente interna de Fedefut asegura que quienes se han sumado a la iniciativa son quienes ingresaron al ente durante el período de la última Comisión, comandada por Jorge Véliz. Sin embargo, este último negó a Relato tener algún tipo de conocimiento o relación en el proceso, aunque sí conoce a quienes trabajan dentro de la institución.
El derecho sindical está en la Constitución y FIFA no podrá hacer nada en contra de eso. No pueden despedir al personal que goce de inamovilidad y esto representaría un nuevo tropiezo. Es una forma de complicar la llegada de FIFA. Es hacer más dramático el panorama.
FIFA no se ha pronunciado por esta situación y seguramente será una situación a resolver. ¿Cuál crees que sea la mejor medida?
Foto portada: reuters.com