Bomberos, policías, agentes de Conred y Ejército trabajan uno al lado de otro. Todos comparten el mismo peligro de ser afectados por la gran cantidad de ceniza que rodea el coloso y que desgasta su equipo.
Caminar varios metros con un suelo tan caliente que tortura las plantas de los pies, levantar escombros y buscar en el lugar más recóndito de una vivienda para finalizar con una cuidadosa salida que evita que la estructura se caiga. Un proceso que se repite una y otra vez, todo en medio de la combinación mortal de la ceniza que, al caer, quema al instante.
Sin embargo, el equipo de los socorristas empieza a decaer. Botas con suelas derretidas, pocas mascarillas y ropa que no soporta el intratable ambiente son los problemas que empezaron a surgir en los primeras días del rescate. Así fue como bomberos, policías y Ejército se veían afectados por no contar con el equipo apropiado.
Un pueblo que se une para ayudar
La tragedia provocó un gran impacto y las declaraciones del Presidente de la República, Jimmy Morales, afirmando que “según nuestra ley de presupuesto no podemos contar con ni un solo centavo” impulsó la ayuda de todo el país. Las donaciones no se hicieron esperar y el equipo empezó a llegar a todos aquellos grupos de apoyo en las faldas del volcán.
Los centros de acopio en cientos de rincones de la república fueron abastecidos de agua, guantes, mascarillas y demás. Luego fueron trasladados a los cuerpos de socorro, quienes ansiosos por ayudar y aprovechar la generosidad del pueblo, iniciaron en cuanto podían los labores de rescate.
Entre las donaciones, Calzado Cobán y Fundación Miguel Torrebiarte S. se dedicaron a proveer botas para Conred, mediante la Dirección del Sistema de Comando de Incidentes. “Desde los primeros días se organizó con gerentes y directiva para poder apoyar con donaciones de botas a todos los miembros de rescatistas. Entre ellos están bomberos, Ejército, Conred y voluntarios”, afirmó Alejandro Haeussler, miembro de Grupo Cobán en el área de Salud y Seguridad Ocupacional.
“Soy bombero y sé las necesidades que pasan los compañeros en el campo. El desgaste del calzado es más grande, dado los materiales que el flujo piroclástico arroja, los cuales puede provocar graves lesiones. Hemos entregado botas para más de 200 rescatistas y esperamos entregar más en los próximos días”, afirmó Haeussler.
El equipo
El equipo que utilizan los bomberos en la zona cero tienen funciones específicas y necesarias para salvaguardar la integridad física de los mismos. La resistencia del equipo es primordial, por ello un casco hecho de polímeros nunca puede faltar en la indumentaria de un rescatista.
Las partículas de la ceniza puede hacer estragos en ojos, nariz, boca, orejas y heridas abiertas. Las gafas de protección, tapones en los oídos y mascarillas N95 con carbón activado son esenciales. Cada una sirve para evitar infecciones que podrían llevar a dolor intenso.
La vestimenta debe ser cubrir toda la piel para evitar quemaduras y raspones. Las rodilleras y coderas protegen las articulaciones. Además, guantes de tela gruesa protegen las manos de golpes, fuego y cortes.
Por último, se necesita portar un Camelback, que es una bolsa llena de agua que funciona como mochila y mantiene hidratado al socorrista. Dentro de un ambiente con tanto polvo y partículas tóxicas, es necesario mantenerse hidratado.
Gran parte de los elementos del equipo que, por ejemplo, un bombero lleva son costeado por el bolsillo del mismo. Viven sin apoyo, pero no dudan en arriesgar sus vidas por salvar las de otros. Guatemala no les ha dado la espalda y cargamentos enteros llegan a cada socorrista en las faldas del volcán.
Para ellos no importa que ya se han superado las 72 horas y las posibilidades para encontrar más sobrevivientes sean mínimas. El deseo de volver es común entre los grupos de rescate y mientras exista la probabilidad de encontrar a alguien, será un hecho que levantarán la mano para ser los primeros en llegar.
¿Qué harías por ayudar a otros? ¿Arriesgarías tanto como los cuerpos de socorro lo hacen en estos momentos?