Mientras que en Colombia sus vínculos con grupos terroristas y el narcitrafico se denuncian en los medios de comunicación, en Guatemala la CICIG lo trae para que sea querellante adhesivo. El audio del juzgado es claro: la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) pide a la jueza Éricka Aifán permitir a un querellante adhesivo sumarse al proceso en contra de dos empresarios por presunto financiamiento electoral ilícito. El mandatario judicial de la CICIG, el exfiscal Leopoldo Zeissig, pidió que se le permitiera a Rubén Darío Pinilla Cogollo participar del proceso de manera pasiva.
Pinilla Cogollo, un exmagistrado colombiano, se sumó al equipo de trabajo de Iván Velásquez y la CICIG en Guatemala, en agosto pasado. Su llegada al país pasó desapercibida y su incorporación a la comisión, aún más.
Sin embargo, el exmagistrado trae consigo un historial de impartir justicia de forma muy cuestionada y tendenciosa, y es la intención de la CICIG que ahora participe como querellante en los procesos legales que la Comisión sigue en Guatemala.
Quién es Pinilla Cogollo
En Colombia, la figura del exmagistrado Rubén Darío Pinilla Cogollo es recordada como la de un héroe y villano. Para algunos, tuvo la valentía de sacar adelante juicios en contra de personajes de muy alto perfil. Uno de ellos es el mismo expresidente Álvaro Uribe, a quien Pinilla Cogollo acusó de tener vínculos con grupos paramilitares y poderes de facto.
Otros, en cambio, no le recuerdan bien; peor aún, cuestionan las motivaciones de Pinilla Cogollo y lo acusan de politizar la justicia e ideologizar los procesos penales que llegaban a su despacho. Ricardo Puentes, antropólogo y periodista colombiano, realizó una investigación sobre Pinilla Cogollo y cómo este se ha dejado llevar por su ideología, anteponiéndola a la razón y la verdadera búsqueda de la justicia.
“Pido a la Fiscalía y a la Procuraduría adelantar la investigación al exmagistrado Rubén Darío Pinilla Cogollo, exmilitante del M-19, que de acuerdo con testigo, que comuniqué a la Fiscalía y a la Procuraduría, puede estar involucrado en el holocausto del Palacio de Justicia”. – Álvaro Uribe, expresidente de Colombia.
Según Puentes, la historia ideológica de Pinilla Cogollo comienza en los años 70, cuando un joven estudiante ingresa en las filas del movimiento socialista M-19. Rubén Darío Pinilla Cogollo se radicaliza y se convierte en un miembro muy activo de la célula terrorista.
“El M-19 (Movimiento Insurgente creado el 19 abril de 1970) fue una creación de las FARC junto a la ANAPO Socialista, que durante muchos años sometió a Colombia en una ola de violencia sin precedentes”. – Ricardo Puentes.
Un ejemplo, cita el periodista, fue un robo de armas del ejército en 1979. Entre los autores del hecho figuraba nada más y nada menos que Pinilla Cogollo, quien fue señalado, pero nunca detenido por el siniestro.
“Los fundadores vivos del M-19 que consultamos sonríen divertidos cuando les preguntamos sobre las razones por las cuales Pinilla Cogollo evadió la justicia. ‘Es de esos misterios de nuestra patria’, dicen. Un abogado que escapa a la justicia por rebelión, homicidio, secuestro y robo (delitos imputados a los 219 capturados), es ahora un importante administrador de justicia en este país (Colombia) que victimizó”. – Ricardo Puentes.
Otro de los señalamientos que el periodista hace en contra de Pinilla Cogollo, es sobre sus vínculos con miembros del narcotráfico. Según Puentes, el hermano de Rubén Darío, Jorge, “participó en la narcocampaña de Ernesto Samper, en 1994, y fue el fiel defensor de Samper en público”.
Pinilla Cogollo, también tiene un rechazo profundo hacia los militares. Mismo que se hizo evidente cuando como magistrado describió a las fuerzas armadas de Colombia como “una organización de criminales que solo existen para agredir a los amigos del magistrado, esos de la extrema izquierda”.
“No nos extraña que el magistrado quiera hacernos creer que las FARC no son los terroristas que son, sino un grupillo de idealistas víctimas del Estado colombiano”. – Ricardo Puentes.
Con un historial como el que describe Puentes, es poco probable que en Guatemala podamos hablar de justicia justa. Peor aún, un elemento como Pinilla Cogollo viene a zanjear aún más la opinión que los guatemaltecos tenemos de la CICIG.
Para conocer la versión de Pinillos Cogollo, intentamos localizarle en sus oficinas de CICIG. Para tal efecto contactamos a Olga López, comunicadora de CICIG, quien dijo no poder hablar sobre el tema y nos refirió con el vocero de la entidad. En repetidas ocasiones se le llamo, pero este no respondió a nuestras llamadas.