Los puertos en China cerraron, la mercadería y materias primas se quedaron retenidas. Meses después, estas fueron liberadas, pero la cadena de suministro comenzó a trabarse. En su viaje desde la nación roja, los contenedores se toparon puertos llenos, colas en las entradas y a la espera de un turno para poder cargar y descargar. Y es hoy el gobierno de Nayib Bukele el que tiene la llave para que 43 millones de centroamericanos puedan acceder a precios más bajos.
Honduras nos dio la espalda y tomó sus propias medidas para aliviar el sobre costo que los productos que les llegan y que estos puedan salir al mercado. Una reducción del 25 por ciento en impuestos en el costo del transporte, fue la solución para nuestro vecino. Mientras tanto el resto de países del istmo, exceptuando a El Salvador, quieren buscar adoptar la misma medida. A decir de la Cámara de Comercio, este tipo de medidas son urgentes para que las ventas de la temporada navideña no se vean afectadas y los usuarios puedan recibir productos a un predio razonable. Han propuesto al MINECO, que el producto que está en aduanas pueda salir con algunas medidas de reducción de impuestos, señalan.
“Mire es algo como que, si un pachón cuesta traerlo Q100 a Guatemala y el costo es de Q50 por flete, Q25 del valor de pachón y Q25 del seguro, de los Q50 del flete, solo se pague impuestos por el 25 por ciento del costo del flete”. Cámara de Comercio.
Todos seremos afectados
Las decoraciones navideñas de Lucía, han marcado tendencia en los hogares guatemaltecos, mientras que los juguetes de bajo precio de Iván han llevado alegría a hogares con escasos recursos. Pero en estas fiestas de fin de año, no habrá ni juguetes ni adornos por la crisis del transporte marítimo en la que se ha sumido el planeta.
Iván es un joven de 26 años, que comenzó hace cinco en el negocio de compra y venta de juguetes. Cada año viaja a las ferias de China para comprarlos al por mayor y luego venderlos acá a comerciantes. “En las ferias se consiguen muy buenos precios y por volumen es más rentable”, asegura. Carritos que acá logra vender en Q8 y muñecas a Q15, allá no llegan ni a la décima parte del precio, pero hay que saber a donde ir y cuando. Es por eso que la visita de este año no fue diferente.
La mala jugada, que el comercio mundial le jugó a Iván, no fue con los proveedores. Esta fue con el transporte de su producto, que desde hace tres meses está flotando por el océano pacifico a la espera de un puerto para comenzar a descargar. “Primero tiene que pasar a los Estados Unidos dejando contenedores, luego baja a México y después a Guate, pero con el retraso que tiene todo, con suerte va a llegar unos días antes de la navidad”, reniega.
Ella gusta de adornar su tienda en un reconocido centro comercial de la zona 10, la primera semana de noviembre. Pero este año, el envío se retrasó. “Nuestros contenedores con todas las cosas de navidad, se quedaron en Los Ángeles”, se lamenta. Y no es para menos, la temporada navideña es una de las principales fechas en que su tienda de decoración hace negocios. “Sacamos los adornos y decoramos para que los clientes vengan y escojan lo que les gusta, algunos hasta nos contratan para que les vayamos a decorar sus casas, pero este año no hay nada nuevo”, reniega.
Según Lucía en septiembre vino un pequeño pedido, que complementaba al principal que llegaría en dos contenedores, y traía algunas cosas. Las colocamos y en un día se vendieron, y ahora nos quedamos sin que vender para navidad. Y no solo se vendieron, se vendieron a precios mucho más altos de lo que normalmente se vende en la tienda, pues los clientes prefirieron pagar más que quedarse sin adornos navideños.
Probablemente pasemos una navidad con escasez de algunas cosas, y el comercio mundial se recupere. Pero el golpe económico para comerciantes como Iván y Lucía, ha sido más fuerte que durante lo pero de la pandemia y podría dejarlos con un inventario que los costará vender. Adornos de una temporada pasada no se venden al mismo precio y unos niños sin sonrisas en navidad, no es una navidad.