La negativa de algunas personas a no vacunarse, contra el COVID-19, ha llevado a algunos gobiernos a tomar medidas drásticas. De pagar por sus tratamientos, hasta el encierro obligatorio. Así está el mundo respondiendo a los anti vacunas.
Con el 65 por ciento de la población vacunada, el gobierno de Austria no se la juega. Y esto por que se estima que al menos 2 millones de personas se niegan a vacunarse, y estos podrían ser un foco de propagación del virus. La saturación en los hospitales y el registro de 800 casos diarios, ha puesto en alerta el sistema de salud.
Para frenar esta ola de contagios, los austriacos han tomado medidas extremas. Esos dos millones de personas, según la medida del gobierno, sólo podrán salir de sus casas a trabajar o comprar alimentos. Y es que antes de la medida, estos ciudadanos ya tenia prohibición de asistir a restaurantes, cines y barberías.
En Estados Unidos, donde el promedio de vacunación es del 60 porciento, lugares como Missouri tienen los distritos con menos vacunados de todo el país. Algunos de estos no llegan ni al 25 por ciento de su población vacunada. Es por eso que iniciativas para que las personas no vacunadas paguen por su tratamiento, en caso de contraer COVID-19, cada vez ganan más apoyo. Y con esto dejen recibir las exenciones de pago que algunas aseguradoras hacen.
Y es que las estadísticas dan cuenta que el 97 por ciento de los hospitalizados en agosto, no estaban vacunados. Y las aseguradoras consideran como una conducta de alto riesgo el no vacunarse y podrían aplicar el mismo criterio que con los fumadores. A quienes se les cobra hasta 50 por ciento más en los planes de salud.
En el Caribe la vacunación y los no vacunados son tema de discusión. La Organización de Estados del Caribe Oriental (OECS) y los siete líderes de estas naciones buscan enmendar sus constituciones y volver obligatoria la vacunación. De hacerlo, Antigua y Barbuda, Dominica, Granada, Santa Lucía, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas y Montserrat harían las modificaciones necesarias para aprobar la legislación.
A decir de los líderes de OECS, esta medida es justificable en ley. Primero por la sensatez, pues la pandemia amenaza la vida de las personas y la vacunación es una decisión razonable para proteger las vidas.
Entre tanto en Francia, fueron cesados de sus puestos de trabajo 3 mil trabajadores de la salud que negaron a vacunarse. Y es que en un país donde al menos 2.7 millones de personas trabajan en el área de salud, la vacunación es de suma importancia.
Y es que desde julio se hizo del conocimiento de todos los salubristas que la vacunación sería obligatoria. Pues con una población de 42.9 millones de personas, más de 120 mil fallecidos y 7 millones de casos, ninguna medida es suficiente.
