Las usurpaciones a la propiedad privada continúan en todo el país. El Estor, Izabal y el Valle del Polochic no son excepciones. En estas áreas, organizaciones criminales que se esconden bajo asociaciones civiles y oenegés con apoyo nacional e internacional, se dedican a la desestabilización de los municipios con el objetivo de adueñarse de terrenos, lotes, casas y fincas privadas.
La ingobernabilidad en el área ha llegado al extremo que agricultores de café, hule, cacao e industrias de azúcar, palma de aceite y mineras que operaban en el área se han visto afectadas por las amenazas de inseguridad, invasiones donde atrás se esconden narcotraficantes y ONGS internacionales, han tenido que abandonar el área y cerrar operaciones dejando a miles de personas a la deriva, sin ingresos económicos, sin trabajo y sin ningún apoyo del Estado de Guatemala.
Esto ha ocasionado que hoy día, el gobierno de Guatemala haya girado una alerta de desnutrición en el área porque los niños, mujeres, ancianos y hombres mueren de hambre. Aunado a esta tragedia, miles de vecinos han optado por migrar ilegalmente a los Estados Unidos, atravesando fronteras de alto riesgo y exponiendo sus vidas con tal de salir del infierno en que hoy, se ha convertido el Valle de Polochic.
Según el nuevo informe de ACDEPRO, las usurpaciones han afectado a miles de guatemaltecos. Hay que aclarar que no solo dañan a las empresas, estas supuestas organizaciones “sociales y civiles”, sino también hurtan pequeños lotes, casas, y terrenos utilizados para vivienda.
El Estor, Izabal
El crecimiento de usurpaciones y hurtos en El Estor, Izabal, es incontrolable, existen terrenos que pareciera que son barrios establecidos por el Gobierno y la Municipalidad, pero en realidad son extensiones de tierra tomadas a la fuerza escudándose en ser “organizaciones civiles”.
Esta es una historia de este tipo de casos en el lugar.
“El 2 de febrero de 2017, varios vecinos de El Estor que vivían en calma fueron víctimas de una invasión agresiva, dentro de la aldea Chichipate. Esta nació por la donación de una caballería de tierra de los dueños de la finca con el objetivo de apoyar a la comunidad. El deseo era que tuvieran casas, siembras y animales de corral para su alimentación. La comunidad empezó a tener un desarrollo constante en la región, hecho que provocó que grupos criminales organizados por una asociación ingresaran de forma violenta a la propiedad donde habitaban familias.
Relato de la aldea Chichipate: de acuerdo con los habitantes, 75 personas que portaban rifles de asalto, escopetas y armas de corto calibre ingresaron disparando al aire e intimidando a las familias que habitaban dentro del territorio. Se apoderaron de las casas, sembradíos, animales y, además, extendieron la invasión para apoderarse de las quince (15) caballerías que comprenden la finca. Los delincuentes que usurparon talaron árboles, destruyeron y quemaron varias casas y construyeron ranchos a lo largo de la propiedad. El Gobierno Central convocó a una mesa de diálogo, en donde no se logró nada, debido a que los representantes de la “asociación” que usurpó los terrenos exigían que los dueños vendieran y cedieran el terreno, extorsiones que les ha fructificado en otras ocasiones.
Inoperancia del MP. Los propietarios de la finca y de las casas en la aldea Chichipate, demostraron por medio de sus abogados, la documentación solicitada por el MP, de Morales, Izabal, que consistía en: • Copia de escrituras. • Certificación del RGP. • Planos del RIC • Solvencia Municipal. • Planos por topógrafo.
Han pasado 3 años, 7 meses y aún el Ministerio Público no ha impreso el álbum de fotos sobre la visita que hicieron a la finca. El caso está totalmente detenido en la Fiscalía que lleva el caso, por lo cual los juzgados no pueden actuar. b. Domingo 27 de marzo de 2017, 3 propiedades fueron invadidas en la localidad conocida como río Zarco y otras 4 más en la aldea Chichipate”, cuenta ACDEPRO.
Por último, la organización pide que estas invasiones masivas se detengan, que ninguna persona tiene el derecho de venir, quitarte y sobre todo invadir propiedades que no les pertenece, además de fomentar las amenazas.
“Para ACDEPRO y sus asociados es lamentable observar la cantidad de usurpaciones que existen, cuyos dueños están a su suerte ante la inoperancia, negligencia e ideologización de las instituciones del Estado encargadas en hacer que se cumplan las leyes y proteger a los ciudadanos. Amparadas en fachadas de organizaciones civiles, las cuales reciben dinero de organismos internacionales, embajadas y otros”.