El cáncer de seno o de mama es la segunda causa principal de muerte por cáncer en las mujeres. Cerca del 38 por ciento recibirá este diagnóstico en su vida y de este porcentaje no solo serán afectadas mamás o mujeres de más de 40 años, sino que cada vez son más las jóvenes.
El cáncer se origina cuando las células en el seno comienzan a crecer de manera descontrolada y forman un tumor. Esta se ha vuelto una enfermedad crónica y de mayor riesgo, debido a que el estilo de vida cambia constantemente y se ve afectada por la alimentación, el sedentarismo, además del uso constante del tabaco.
También, entre el 5 por ciento y 10 por ciento de los cánceres de mama se relacionan con mutaciones genéticas heredadas, por lo que si alguien de tu familia ya pasó por este proceso, es recomendable que prestes atención. Otro factor importante es que el cáncer de seno ocurre casi exclusivamente en las mujeres, pero los hombres pueden padecerlo.
En el transcurso de tu vida experimentarás cambios en los senos, pero cuando los observes con anomalías o sientas molestias pueden ser potencialmente mortales. Debes detectarlo a tiempo y buscar el tratamiento efectivo, ya que mientras más avanzado esté mayor será su porcentaje de mortalidad.
La alimentación
- Mantén buenos hábitos alimentarios.
- Disminuye el consumo de las carnes rojas, grasas o alimentos ahumados que contengan mucha sal o demasiado condimento.
- Consume alimentos con fibra como los cereales, las frutas y las verduras.
- Ingiere vitamina C y A, como el repollo, la coliflor, el brócoli y las coles de Bruselas.
- Elimina el consumo de cigarrillos y el alcohol.
La prevención es el primer paso
No hay un método para prevenir el cáncer de seno, pero sí existen medidas que ayudan a disminuir su riesgo y mantenerlo bajo control. Un factor clave es mejorar la calidad de vida de los pacientes y realizar un diagnóstico temprano.
Esto se logra por medio de la autoexploración de los senos, todos los meses, así como examinarse con un médico cada 3 años, para las mujeres de 20 y 40; y cada año para las de más de 40. Si encuentras un bulto u otro cambio, es mejor que solicites una consulta con tu especialista.
La mamografía, que es una técnica especial de rayos X para visualizar los tejidos blandos del pecho, sigue siendo el examen número uno para el diagnóstico temprano porque permite ver más a detalle el tejido mamario.
El cáncer de seno sí duele y en muchos casos es ignorado. Es importante cambiar esa mentalidad de que es indolora; es un dolor sordo, está ahí y puede ser la diferencia entre un diagnóstico temprano y la muerte.
Fuente: Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS). Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos.