Irvin Gonzales es un policía que pasó por un enfrentamiento contra un presunto delincuente de origen salvadoreño; fue detenido por haberlo agredido, pero horas después quedó en libertad. Esta historia es la que muchos policías quisieran tener, ya que en momentos de enfrentamientos y resultar herido su agresor, son capturados y no cuentan con la suerte de ser liberados el mismo día.
La historia del hecho
Según lo relatado por agentes de la Comisaría 14, dos elementos de la Policía Nacional Civil (PNC) inspeccionaban un área de la 51 calle y calzada Atanasio Tzul, en la zona 12 capitalina, en horas de la mañana, cuando un hombre de origen salvadoreño, identificado como Mario Alexander Segura Mejía, de 30 años, se aproximó a ellos y los atacó con arma blanca, hiriendo a uno de ellos. Irvin, al darse cuenta del atentado, respondió disparándole al agresor, según informó la Comisaría. Al presunto pandillero le aparece una orden internacional de captura en la base de datos de la INTERPOL, por el delito de organizaciones terroristas; además, está acusado de ser integrante de la clica Brentwood Locos Salvatruchos (BLS) de la Mara Salvatrucha, que opera en el vecino país. Al ver esta situación, un fiscal del Ministerio Público ordenó la inmediata aprehensión del agente tras haber herido al presunto pandillero.
En horas de la noche se dio a conocer que gracias al apoyo de la PNC se realizó la coordinación en la Torre de Tribunales para que el elemento de dicha institución no fuera a la cárcel, por haber cumplido y trabajado apegado a la ley.
En Guatemala se han dado a conocer muchos casos, donde en enfrentamientos contra pandilleros los que se llevan la peor parte son los agentes o miembros de seguridad que accionan contra dichos ataques, ya que al responder resultan ser capturados. Hay leyes que permiten el accionar ante el ataque, pero también hay otras que defienden a los agresores y estas son las que son aprovechadas o mal utilizadas.