El régimen de Ortega llegó a un acuerdo con la oposición, con el objetivo de que le levanten las sanciones internacionales impuestas por Estados Unidos contra su gobierno y funcionarios cercanos.
Entre los beneficiarios de las negociaciones se encuentra su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo.
Te puede interesar: El poder detrás de Ortega: Rosario Murillo
Una crisis que comenzó el 18 de abril de 2018. Miles de personas salieron a las calles para hacer valer sus derechos contra el régimen que lidera Daniel Ortega.
Ortega se ha comprometido a liberar, en un plazo no mayor de 90 días, a todos los detenidos considerados como “presos políticos“, quienes fueron aprehendidos por haber salido a las calles a pronunciarse en contra de su gobierno.
El pasado 15 de marzo fue enviada una carta al canciller del gobierno de Ortega, Denis Moncada, por parte del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, en la cual le decía que la OEA participaba en el diálogo nacional si y solo si se liberaba a los presos políticos.
Nuevamente, representantes de Ortega se sentaron en una mesa de negociación con el representante del Vaticano en Nicaragua, Waldemar Stanislaw Sommertag y el delegado de la OEA, Luis Rosadilla, como observador internacional. La reunión resultó beneficiosa cuando el mandatario nicaragüense dio marcha atrás a sus acciones contra la represión.
Te puede interesar: Félix Maradiaga y la “bomba de tiempo” en Nicaragua
Esta vez Ortega promete cumplir sus palabras
La noticia genera muchas expectativas, no solamente en Nicaragua, sino en la comunidad internacional, ya que es un primer paso hacia una Nicaragua en paz. Hay que recordar que Ortega cada vez está más sometido a una fuerte presión internacional.
La tarde del miércoles 20 de marzo, el Gobierno dio a conocer la que será la agenda de negociación con la opositora Alianza Cívica, que incluye temas que hasta ahora Ortega no estaba dispuesto a discutir, entre ellos las reformas electorales. Aunque en el documento oficial no se menciona adelanto de elecciones, fuentes cercanas a las negociaciones dijeron al medio de comunicación EL PAÍS que ese será un tema prioritario en las conversaciones. “Para el Gobierno está claro que ese es el punto importante, el adelanto de elecciones, pero no quisieron ponerlo porque es muy fuerte para ellos admitirlo”, dijeron.
Te puede interesar: Nicaragua manchada de sangre por su Policía
También, en los puntos de agenda se encuentra la prioridad de “fortalecer los derechos y las garantías ciudadanas”. Cabe mencionar que las protestas son ilegales desde septiembre del año pasado y cualquier indicio de manifestación es considerado delito y terrorismo.
El pasado sábado 16 de marzo, la policía, controlada por Ortega, apresó a más de 160 personas que pretendían participar en una marcha para exigir la liberación de los detenidos.
Contexto
Desde que se iniciaron las protestas contra el Gobierno, en abril pasado, las organizaciones de derechos humanos han registrado más de 481 muertes y más de 3 mil 962 heridos. La mayor parte de esa violencia se ha perpetrado por órdenes del mismo presidente y ha sido ejecutada por grupos paramilitares pro-gobierno que trabajan en conjunto con la policía nacional.
Hasta ahora hay más de 40 mil refugiados en Costa Rica. Las pérdidas económicas en el país son graves hasta el punto que ya no existe turismo, inversión y garantías constitucionales, solamente quedan viejos recuerdos de una revolución que un día prometió una Nicaragua en paz y próspera.
Con información de El País.