Los colegios de la ciudad tienen la capacidad para poder ofrecer clases de manera hibrida, o sea presencial y virtual, lo único que solicitan es una computadora en buen estado e Internet, ahora imagínate el no tener ni la posibilidad de tener una computadora o internet, o que los maestros tampoco pongan de su parte para ayudar con la educación de tus hijos. Así es la realidad de la mayoría de sectores educativos del interior del país.
De clases por zoom a solamente audios de WhatsApp
Raúl es un padre de familia que vive a 60 km de la cabecera de San Marcos, tiene 4 hijos que estudian, pero por la pandemia del COVID-19, los establecimientos dependen del semáforo COVID para saber qué les toca hacer y ya que el semáforo está en rojo donde vive, no pueden tener clases presenciales si no solo virtuales.
Sus dos hijos grandes estudian en colegio y sus dos hijos pequeños en escuelas públicas. Comenta que sus hijos que estudian en colegio no tienen problema con la educación ya que con ellos si estudian las 5 horas y media diaria de lunes a viernes. Todo bien, el problema son las escuelas públicas.
Su tercer hijo estudia en escuela pública y solo recibe clases virtuales martes a jueves. Pero esto se decidió en una reunión de padres ya que algunos tenían el problema de no contar con internet así que se llegó a un acuerdo con la maestra de tener clases estos días.
“Uno como padre hace de todo por sus hijos, yo quiero que mi hijo aprenda” comenta Raúl.
Nos comenta que la maestra ha respondido como se debe, ella maneja una guía semanal, cada niño la debe tener en su casa a la par de su teléfono o computadora, luego de finalizar la semana los padres de familia deben ir a un lugar de fotocopias cada lunes a traer la nueva guía.
Contrario a lo que vive con su hija, ella estudia en una escuela pública de mujeres, pero el estudio allí es una verdadera perdida, Raúl nos comenta “Quisiera que esta escuela hiciera lo mismo que la otra, la maestra no se exige para nada, pero lo que no aguanto es que no da clase, pero aun así cobra su sueldo”, Raúl nos comenta que la maestra solamente manda mensajes y audios de WhatsApp y que esa es la clase.
Cómo padres les piden una lista de útiles, pero no hay guía, Raúl comenta que la maestra solo decidió dar las clases así, no hubo consultas solo decisiones.
“Hay veces que me la topo y ella se queja que mi hija no le manda sus tareas, pero no le exigiré a mi hija ya que ella no se exige a si misma, mandar audios solamente leyendo las instrucciones del libro no es dar una clase” comenta.
Raúl nos dice que no ha habido una propuesta magisterial para el regreso de clases desde inicios del año.
“Hay unos maestros que lo toman cómo vacaciones no como pandemia”.